Datos: Alrededor del 50% de las personas en todo el mundo tienen una infección por H. pylori. Declarada como cancerígeno tipo 1, por la (OMS)
Helicobacter pylori, es un tipo común de bacteria que crece en el tracto digestivo y tiende a atacar el revestimiento del estómago.
Más de la mitad de la población mundial está infectada por Helicobacter pylori (H. pylori); bacteria causante de gastritis crónica y que en el 15-20% de los casos origina úlceras pépticas, linfomas tipo MALT (tejido linfoide asociado a mucosa) y cáncer gástrico.
Anualmente, el cáncer gástrico produce más de un millón de muertes en el mundo y el 90% de esos tumores son secundarios a la infección por H. pylori, bacteria que en 1994 fue declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como cancerígeno tipo I y que fue ratificada en 2010.
La bacteria puede dañar el revestimiento protector interno del estómago causando enfermedades como: úlceras gástricas o cáncer de estómago, generando síntomas graves como: dificultad al tragar, anemia, sangre en las heces, o vómitos de color negro.
(…) El médico me dio sólo 7 días de vida…
Tenía depresión y producto de ello empecé a alimentarme mal por lo que comencé a sufrir dolores de estómago. Al realizarme exámenes de sangre, el médico me preguntó cómo seguía de pie, ya que los niveles de plaquetas en mi sangre eran muy bajos.
Una persona con buena salud tiene entre 10 fL (unidad de Femtolitro) y 12 fL. Pero mis plaquetas eran sólo 4 fL. Mi sangre se volvió agua, por lo que tuvieron que suministrarle algunas pintas de sangre.
Tenía anemia y desarrollé una enfermedad estomacal causada por la bacteria del H. pylori. El médico me dijo: ‘esta bacteria te está matando el estómago’. ¡El doctor me dio sólo siete días de vida!
LA FE QUE SANA
Debía tomar un cóctel de ocho pastillas diferentes por el resto de mi vida, y si no lo hacía, moriría. Pero no aceptaba doparme así; por lo que seguí en la Fe, participando los días martes de sanación.
Al menos una vez al mes, tenía que ir al médico para chequeos periódicos. Cada vez que iba, mostraba una mejora gradual: de 4 fL a 6 fL y así sucesivamente. Al poco tiempo llegó la respuesta final del médico: “No sé cómo, pero estás curada”.
Hoy no tengo depresión, anemia y H. pylori. Le entregué mi vida al Señor Jesús.
•• Sra. Maria Carmo Silva.