Existe un grupo de personas que continuamente vive huyendo de los problemas y echándole la culpa de ellos a los demás, sin embargo también hay otro grupo que soporta los problemas y vive creyendo que es la cruz que deben cargar, pero ambos grupos tienen algo en común y eso, es el hecho de que ninguno de ellos piensa que la puerta para poder conquistar lo imposible, es el SACRIFICIO.
En la Biblia podemos ver el caso de Elías: “Allí entró en una cueva y pasó en ella la noche; y he aquí, vino a él la palabra del Señor, y Él le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías? Y él respondió: He tenido mucho celo por el Señor, Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han abandonado tu pacto, han derribado tus altares y han matado a espada a tus profetas. He quedado yo solo y buscan mi vida para quitármela.” (1 reyes 19:9)
Elías creía que estaba solo, pero en ese momento Dios se le presentó a él y, si pudo hacerlo con él, que le hace pensar a usted que no puede suceder lo mismo en su vida. Si usted creía que estaba solo luchando contra sus problemas déjeme decirle que no es así, Él no lo ha abandonado y no va a permitir que usted siga con su vida destruida.
Pero de nada sirve que Dios esté junto a usted en esta lucha, si usted sigue huyendo o aceptando la vida que está llevando hasta al momento. Dios le está diciendo: “¿Qué haces huyendo? Así no vas a resolver tus problemas”.
Cuando usted sube al Altar decidido por un cambio de vida para entregar su SACRIFICO, esa actitud es una prueba de que usted ya no acepta seguir con la vida que hasta ahora ha estado padeciendo. Es imposible que Dios no le responda inmediatamente si usted ofrece un Perfecto Sacrificio. Sin embargo si usted decide huir de sus problemas nunca va a solucionarlos, ni a cambiar de vida, es más, le puedo asegurar que su sufrimiento irá aumentando con el transcurso de los días.
El Altar no es un lugar al que le deba temer, sino que es un lugar en el que usted pueda refugiarse cuando se sienta desvalido y harto de la vida que ha estado viviendo.
Dios habla con usted y le dice: “¡REGRESA NO HUYAS!”, así como también se le dijo a Elías, “Y el Señor le dijo: Ve, regresa por tu camino al desierto de Damasco y cuando hayas llegado, ungirás a Hazael por rey sobre Aram; y a Jehú, hijo de Nimsi, ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo, hijo de Safat de Abel-mehola, ungirás por profeta en tu lugar.” (1 Reyes 19:15)
El error en el que caen muchas personas, es en pensar que Dios necesita el Sacrificio cuando, a decir verdad, es al revés, si usted no está dispuesto a sacrificar en el Altar, no se preocupe que Dios no estará afligido o necesitado de su sacrificio, ya que lo único que Él necesita hacer es encontrar a otra persona que esté indignada de la vida que ha estado llevando y a través de su disposición y entrega, Él podrá bendecir la vida de esa persona abundamente.
Y usted podrá seguir huyendo y sufriendo como hasta ahora lo ha hecho.
Existen muchas personas que en lugar de escoger sacrificar escogen huir y por eso sus vidas no avanzan, pasan años en la iglesia viendo a otros testificar la gloria de Dios pero en sus vidas nada acontece, nada cambia ni mejora, sólo empeora.
Dios nunca va a obligarlo a que tome una decisión y sacrifique, esa decisión siempre estará en sus manos, pero recuerde, si usted quiere ver lo imposible convertirse en posible en su vida, la única forma de conseguirlo es a través del sacrificio. Dios le está llamando para un cambio de vida y la decisión esta en sus manos.