Emprender es el verdadero desafío y eso no es novedad para nadie. ¿A usted le gustaría tener un socio?, muchas personas, cuando escuchan hablar de una sociedad hasta tuercen la nariz, esto se da muchas veces por causa de traumas anteriores.
Pero ¿Si ese socio fuese dueño de las mejores ideas y estrategias?, ¿alguien a quien usted pudiese entregar sus preocupaciones?, déjeme decirle que ese socio si existe: Es Dios. Hacer una Alianza con Dios es el camino para tener éxito en la vida profesional, Su Palabra está repleta de promesas para aquellos que deciden asumirlo como el primero en su vida, y esto es descrito en Malaquías 3:10.
“Traed todo el diezmo al alfolí, para que haya alimento en mi casa; y ponedme ahora a prueba en esto —dice el SEÑOR de los ejércitos— si no os abriré las ventanas del cielo, y derramaré para vosotros bendición hasta que sobreabunde.”
El diezmo es la demostración de fidelidad a Dios, más que un valor es un reconocimiento de que Él ocupa el primer lugar.
“Si usted se asocia a Dios, Él le dará luz y dirección, haciéndolo una persona diferente”.
“NUESTRO SUEÑO SE ESTABA DERRUMBANDO”
Cuando decidimos emprender nuestro propio negocio enfrentamos muchas dificultades, tuvimos muchas pérdidas económicas porque tomábamos nuestras decisiones basadas en las emociones.
Cuando decidimos ser fiel a Dios y colocarlo en primer lugar, a través de la devolución de nuestros diezmos, Él se convirtió en nuestro SOCIO y nos dio ideas para incrementar nuestros ingresos.
Hoy tenemos una vida transformada y somos empresarios exitosos, gracias a nuestra sociedad con Dios.
•• Andreza y Francisco