Jesús dice: “El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestaras a nosotros, y no al mundo? Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió”. Juan 14: 21- 24
En este pasaje el Señor Jesús dice que quien obedece y práctica la palabra de Él es quién Lo ama y por eso, será también amado por el Padre y verá la manifestación de la presencia de Él.
El problema es que muchas personas piensan que por el hecho de ir a la Iglesia y hacer caridad ya demuestran que aman al Señor Jesús, pero no es así, en verdad no Lo aman, porque no obedecen íntegramente la Palabra de Él.
Muchas personas por ejemplo dicen que tienen fe en Dios, pero no sacrifican su propia voluntad para hacer la voluntad del Padre.
Las personas necesitan evaluar si realmente obedecen la Palabra de Dios para armar que aman al Señor Jesús; simplemente, quién ama, guarda y escucha la Palabra de Él. Quien no Lo Ama, no guarda, y tampoco tiene el derecho de cobrar el cumplimiento de las promesas que están en ella.
Quién ama al Señor Jesús, lo obedece y practica Su palabra.