El descenso del Espíritu Santo no tiene como objetivo llenar de orgullo al bautizado.
Por lo contrario, cuando el Espíritu de Dios desciende sobre alguien es para hacer del mismo un instrumento para beneficiar a los demás.
El Espíritu del SEÑOR Dios está sobre mí, porque me ungió el SEÑOR; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel…Isaías 61:1
Se equivocan los que buscan al Espíritu de Dios para fines exclusivamente personales.
Es la razón por la cuál muchos aún no han sido sellados con el Espíritu Santo.
Cuando Él cura, no es solo para que la persona viva más. Sino para servir como testimonio para los demás enfermos y los que padecen dolor.
Cuando Él enriquece, no es para ostentar la riqueza, sino para ser usada también en favor de los pobres y oprimidos. Sea en la evangelización, sea en acciones sociales.
El hecho es: el SEÑOR Dios es la Fuente de todo el Bien. Su voluntad es bendecir aTODOS, tanto a los que creen como a los incrédulos.
Como los incrédulos están impedidos de recibir por la fe, entonces Él quiere usar a los que creen para alcanzar a los que no creen.
Así, todos sabrán que El SEÑOR es bueno para con todos, y Sus misericordias sobre todas Sus obras. Salmos 145:9
Pero el SEÑOR Dios odia la avaricia. Tanto es que la iguala al pecado de la prostitución, del robo y del homicidio. Marcos 7:22
El oro, las piedras preciosas y el dinero no son malos, pero el apego, el deseo incontenible y el amor dedicado a ellos constituyen confianza, pasión e idolatría. Esto es altamente ofensivo para el SEÑOR. A causa de eso, es la raíz de todos los males.1 Timoteo 6:10
El Señor Jesús advirtió:
Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. Lucas 12:15