Entienda el riesgo que corre al depositar sus expectativas en algo de una situación o de alguien..
Es normal que muchas mujeres tracen metas y proyectos. Sin embargo, existe el riesgo de esperar demasiado de ciertas áreas y personas, colocando sus expectativas en ellas, como el empleo, la relación, un ser querido, el cónyuge, el hijo, el dinero, los bienes materiales, la posición social, entre otras.
Es necesario entender que, cuando actuamos de esa forma, obtenemos como resultado apenas frustraciones.
La razón de toda esa frustración está en el hecho de que nadie es capaz de suplir los anhelos del alma como lo proporcionado por la Presencia de Dios.
Por eso, amiga lectora, reflexione por algunos instantes sobre lo qué o quién ha sido la prioridad en su vida. ¿Cuál es la persona o cosa por la cual usted crea grandes expectativas? Si su respuesta sincera revela que no es Dios, sepa que usted puede ahora mismo cambiar ese cuadro. Haga una oración sincera, pida a Dios para que Él asuma el primer lugar en su vida y que la ayude a colocar todo el resto en sus debidos lugares.
Entienda: teniendo a Dios como su prioridad y depositando en Él todas sus expectativas, no habrá cómo frustrarse o fracasar en la vida.