Las epidemias virales son preocupantes, sí, pero no tanto como las enfermedades crónicas y no transmisibles.
Cada año, 36 millones de personas mueren debido a estos males. Según la Organización Mundial de la Salud, la enfermedad coronaria es el primer motivo de fallecimiento: más de 7 millones de muertes anuales.
Le sigue el ataque apopléjico y otras patologías cerebrovasculares (casi 6 millones de muertes), las infecciones de vías respiratorias inferiores (más de 4 millones) y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (más de 3 millones).
¿Y el cáncer? Las cifras podrían ser engañosas si se revisan, de manera separada, los fallecimientos causados por cada tipo de cáncer. Lo cierto es que, sumadas todas las defunciones ocasionadas por esta enfermedad, el número se acerca a los 8 millones.
Por otra parte según la (OMS), en América Latina, la enfermedad crónica con mayor incidencia es el cáncer, en especial el de pulmón en hombres y de mama en mujeres.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dio a conocer su Informe Global de Enfermedades No Trasmisibles, que tomó como referencia el año 2008, cuando murieron 36.1 millones de personas debido trastornos como las de tipo cardiovascular (infartos, derrame cerebral, y cardiopatías) que han matado a 17 millones de personas en el mundo.
Les siguen el cáncer, 8 millones; las enfermedades respiratorias (asma y enfermedad pulmonar obstructiva crónica EPOC), 4.2 millones, seguido de la diabetes, 1.3 millones. El 80 por ciento de estos fallecimientos se registraron en países en vías de desarrollo.
Asimismo el tabaco, el sedentarismo, el abuso de alcohol y dietas desequilibradas son responsables de la mayoría de muertes por enfermedad coronaria (que pueden derivar en infartos) y cerebrovasculares (que pueden conducir a un derrame).