Forzar a alguien a cambiar causará el efecto contrario, porque las personas no cambian cuando reciben críticas y reclamos. Tampoco es sabio perder la individualidad para agradar al otro, sino transformar lo que es perjudicial en la relación y en sí mismo. Las personas pueden, incluso, ser influenciadas, pero sólo cambian cuando se concientizan y deciden hacer eso solas.
Para que una relación tenga éxito, la pareja debe evaluarse. Sin embargo, no espere que el otro cambie para que usted comience a hacer su parte. Busque ser una persona mejor y su ejemplo mostrará que hay una manera más adecuada de actuar, lo que despertará en el otro esa transformación, poco a poco. Es importante destacar las cualidades de la pareja para que se de cuenta lo que le agrada. A veces, será necesario comunicar al otro lo que le molesta. En vez de quedarse enojado, esperando que el otro adivine lo que usted está pensando, dialogue y aprenda a pedir con gentileza.
Mientras luchamos a nuestra manera sin reconocer y cambiar los propios errores, la relación no funcionará. Una relación feliz depende de que los dos hagan las cosas correctas, pero si usted está luchando solo para salvar la relación, no espere que, por el hecho de que usted comenzó a actuar diferente ayer, hoy la otra persona crea en su cambio. Es necesario rescatar la confianza del otro. Sea constante, la otra persona necesita ver que su cambio es verdadero y permanente.
Cuando me interesaba por alguien, después me frustraba
Siempre que alguien me gustaba, aquella persona no se sentía atraída por mí.
Aquello trajo a mi vida consecuencias muy graves, porque me convertí en una persona insegura, llena de traumas y complejos. Llegué a tener pensamientos de que nunca iba a ser feliz en la vida sentimental.
Como ya frecuentaba la Iglesia Universal, siempre tenía fe para obtener las conquistas materiales, pero no priorizaba la vida sentimental, hasta que recibí una invitación para participar de la Terapia del Amor, comencé a asistir y vi qué era lo que faltaba en mí. Aprendí a valorarme y fui libre de todos los complejos y traumas. Poco tiempo después conocía a una persona la cual me completó, ambos nos conocimos y decidimos casarnos. Somos muy felices.
Para saber cómo solucionar los problemas en la vida sentimental, participe de las reuniones de la Terapia del Amor, todos los jueves a las 7h, 10h, 15h y especialmente a las 19H, en la Av. de Las Américas 305, al Norte de Guayaquil.