¿Quién no ha escuchado alguna vez que el ser humano siempre está insatisfecho? Muchas veces, esta actitud se hace evidente en la vida profesional, por las elecciones que se realizan en esta área.
Por lo que se ve, la gran mayoría de las personas nunca se siente realizada con el empleo que tiene y siempre reclaman sobre algo que podría ser diferente, como la estructura de la empresa, el salario, el jefe (que no ve sus cualidades profesionales) o sobre el compañero que no hace nada y que le deja todo el trabajo pesado a los demás.
Varias veces, vemos que muchos trabajan sin ganas y le demuestran eso a los clientes o al público en general y solo esperan los beneficios, como el fin de semana libre, las vacaciones o el pago de décimos.
¿Qué es lo importante? Para Sandra Oliveira, coach de una empresa, aunque la cuestión salarial sea importante, la persona debe tener un propósito profesional para ser más feliz: ” Y ese es el motivo que la impulsa y hace con que ella desempeñe su actividad con competencia. Y, si ella tiene autonomía para realizarla, con espacio para pensar y actuar conforme a aquello que cree, será mejor todavía. Cuando eso se tiene en cuenta, ella se siente más satisfecha”, dice.
Pero, para la especialista, eso depende mucho de la actitud del trabajador en relación a su trabajo y a lo que desea conseguir dentro de la empresa.
“Tiene relación con el modo como usted lidia con su profesión y lo que usted hace para que su trabajo sea reconocido de manera eficaz. Son actitudes relacionadas a la búsqueda de conocimiento y a cómo usted atiende a sus clientes, por ejemplo. Las acciones dependen únicamente de usted”, explica.