«El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo al Señor: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré.» (Salmos 91: 1-2)
Con el fin de librarse de todos los males espirituales que les agobian, miles de personas acuden cada viernes a las diversas Iglesias Universal del país. Enfocando su fe en los consejos del Señor Jesús, dejan atrás los sinsabores e infelicidad que por años les atormentaron. Despierta la fe que le cambiará la vida. Por esta razón es que todos los VIERNES en la cadena de Liberación, se realiza una oración fuerte para arrancar toda actuación maligna, y en la oportunidad nos colocaremos bajo el Manto Consagrado que es la sombra del Omnipotente, donde encontraremos la protección que necesitamos tener contra los males espirituales.
“Realizaron un daño para acabar con mi felicidad”
“Mi sufrimiento comenzó cuando me casé. Constantemente peleaba con mi espooso. Aquello creó dentro de mí una inseguridad y con el pasar del tiempo comencé a sufrir de dolores de cabeza constantes. Busqué a los médicos ellos me recetaron unas pastillas, sin embargo, no surtían efecto porque el dolor empeoraba, también frecuenté centros de espiritismo y nada, las cosas empeoraban. Un día me invitaron a participar de las reuniones de liberación que se realizan los viernes, gracias a Dios todo el mal fue desecho en mi vida, hoy, tengo paz y soy feliz.”