Hoy, vamos a hablar sobre los que tienen el poder de arruinar nuestro día: nuestros pensamientos. Usted sabe bien que, cuando estamos ansiosas o inquietas, terminamos lanzando toda nuestra preocupación en algo o alguien y entendemos que eso es errado y previsible, ¿no es cierto? También, vimos que eso sucede por la falta de un fruto que tal vez su árbol no dio: el dominio propio. Pero, no estoy aquí para juzgarte, ¡claro que no! Estoy aquí para presentarte una herramienta que tú podrás usar cada vez que surja un momento de ansiedad. Y, la herramienta de hoy es: haga una dieta intelectual. “¡Hola!, ¿dieta de qué?” Calma, no voy a privarte de libros…jaja.
Usted es el reflejo de lo que piensa y eso es bíblico:observe solamente lo siguiente:
Si tú dieres lugar a los pensamientos negativos, te convertirás en una persona negativa. Pues, como imaginó en su alma, así es (Proverbios 23:7).
Pensamientos tristes y negativos enflaquecen nuestro espíritu y causan desánimo (Proverbios 15:13).
¿Con qué ha alimentado sus pensamientos? El hecho de que tú estés ansiosa y muy preocupada con tus estudios tiene una raíz. ¿Ya te detuviste a pensar que, tal vez, tú misma has alimentado tus preocupaciones? ¡Deja de escuchar a las personas que no creen en ti! ¡Deja de implorar por la aprobación y aplausos de todos! ¿Y si nadie te motiva? ¿Te vas a quedar en el medio del camino? ¡Deja de depender de la aprobación de terceros para ir y estudiar lo que tú quieres; aquello que es tu sueño! No importa si es difícil, si hay mucha gente, si existen personas mejores que ti -porque eso ciertamente existe- siempre existirá, créeme. Nada de eso importa desde que tú estés enfocada en tu objetivo y filtres todo lo que llega a tus pensamientos. En lugar de lidiar con pensamientos para desistir, ¿no sería mucho más simple cortar la fuente de esos pensamientos? Elimina a aquellas personas que no creen en tu potencial. Corta amistades que no suman nada en tu vida y no te incentivan en nada en relación a tu crecimiento y desarrollo. De vez en cuando, haz una dieta intelectual. Selecciona mejor lo que absorbes en tu mente. Yo te garantizo: haciendo eso hay pocas chances de que tengas una indigestión mental;¡experiencia propia! *:) feliz
P.D: Si tú quieres, puedes usar el hashtag #EstudianteBlindada en las redes sociales. ¿Qué tal si nos encontramos por ahí también?