“Antes de participar en la Iglesia Universal fui sometida a tres operaciones en la columna, ya que tenía bloqueadas tres vertebras cervicales y una lumbar, me colocaron una prótesis y luego tuve que someterme nuevamente a otra operación en donde me pusieron una placa con tres clavos intramedulares lo que me postró a una cama de hospital por ocho meses y me dejó con la pierna paralizada por aproximadamente 2 años.
Mi esposo y yo manteníamos un negocio propio y a pesar de que ganábamos muy buenos ingresos el dinero desaparecía como por arte magia.
Estaba desesperada pero los doctores no podían darme la ayuda que yo necesitaba. Cuando comencé a participar en la Universal mi forma de ver las cosas fue cambiando y aprendí a usar mi fe, con el transcurso de los días y participando de la Gota del Milagro pude ver la manifestación del poder de Dios en mi vida. No tuve que someterme a más operaciones y actualmente me encuentro completamente curada, soy una mujer sana y feliz junto a mi esposo.”