Yo estoy a favor de que la mujer tenga derechos, al final de cuentas, me gusta conquistar también, pero no es por eso que voy a dejar de ser quien soy. ¡Soy esposa y madre, tengo un papel extremadamente importante en mi familia y no será una carrera la que me va a robar ese papel! Por otra parte, una señal que muchas mujeres han ignorado viene de su propia conciencia. Lo que muchas no hablan por ahí es que se sienten culpables por no conseguir ver crecer a sus hijos. Ninguna madre en su sana conciencia tiene placer en dejar a su bebe en una guardería todo el día para ir a trabajar.
Infelizmente, ni todas pueden elegir quedarse en su casa, pero aquellas que pueden, ni siempre quieren, no porque no le gusta quedarse con sus hijos, y si porque la sociedad dice que eso es ridículo. Las que toman esa decisión, terminan siendo discriminadas, pues para el mundo en el que vivimos, la mujer moderna puede todo, menos elegir quedarse en su casa para cuidar de su familia.
Otra verdad que muchas mujeres no hablan por ahí es que en el fondo a ellas les gustaría tener un marido. Ellas hasta pueden decir que no dependen de un hombre para ser feliz, pero no es porque ahora somos independientes que no necesitamos de ellos. Renato no es más el sol de mi planeta, pero mismo así necesito de él y me gusta saber que él necesita de mí también.
Mi referencia de un matrimonio feliz siempre fue la de mis padres. Mi padre no consigue estar en casa sin mi madre – el vive pegado a ella. Existe una cierta “dependencia” entre los dos. Y es esa cierta “dependencia” del hombre y de la mujer que falta en muchos matrimonios hoy en día, al punto de divorciarse, solo porque no consiguen resolver ciertas diferencias entre si. El matrimonio ha perdido su valor justamente porque, en el fondo, el hombre y la mujer piensan que no necesitan uno del otro… ¡Y esa es una tremenda mentira!
Está ahí la razón por la cual muchos no quieren hacer su papel en el matrimonio, al final… ¿para qué? El esposo de hoy también espera que su esposa trabaje afuera y cuando ella no trabaja, se queda resentido, como si solamente él estuviese haciendo “algo” por la familia. La esposa de hoy, por otro lado, no quiere cuidar de su casa.
Si el marido está con hambre, que se busque la vida. Y cuando ella llega a casa, no quiere tomarse el trabajo de cocinar, ni de limpiar nada, entonces se enoja con su esposo por tirar sus zapatos en medio de la sala. O sea, cosas que en el pasado no eran un problema, hoy son motivos de conflictos.
Ahí yo pregunto, sinceramente ¿para qué casarse si van a vivir sus propias vidas, sus propias carreras, sus propios sueños? ¡Sería mejor que se queden solteros, entonces! Al final ¿cuál es la diferencia entre ese esposo y cualquier otro hombre en la calle? ¡Y lo mismo puede ser dicho de esa esposa!
Lo que muchos terminan pensando es que, si todo lo que hacen en casa es llegar para dormir, alcanza con pagar a una secretaria de hogar para cuidar de las cosas de la casa y satisfacerse sexualmente de otras maneras. Por eso, no ven sentido al matrimonio.
Si el marido y la esposa de hoy supiesen la importancia de sus papeles distintos en la vida del otro, llegaría a ser insustituible uno para el otro, incluso si llegaran al extremo de estar “grudados” como es el caso de Renato y yo.
En realidad, lo que muchos no saben es que su cónyuge siempre tendrá una cierta expectativa que viene desde su infancia. Inconscientemente, la esposa termina asumiendo el papel de la madre de él y el esposo, del padre de ella. Lo que las mujeres queríamos de nuestro padre es lo que vamos a esperar de nuestro marido y lo mismo se aplica a lo que nuestros maridos querían de sus madres. Es por eso que para él es tan importante cuando la esposa prepara una cena, o cuida de su ropa. El hasta puede saber hacer eso, pero hay una conexión mucho mayor con la esposa cuando ella hace eso por él, es como si el tuviese a su madre allí, cuidándole.
Ahí usted pregunta: ¿pero yo trabajo todo el día, como tomar cuenta de mi hogar también?
Usted no necesita hacer todo para tomar cuenta de todo… Ese es un error que muchas mujeres cometen, porque creen que no conseguirán hacer todo, terminan sin hacer nada. Si entiende que su papel principal en este matrimonio, es cuidar de su esposo, sus hijos y su hogar, entonces usted hará eso, aunque no sea en tiempo completo. (Continuación en la página 170 del capitulo 16)