Muchas son las personas que perdieron varios dientes, los mismo fueron colocados innumerable veces con prótesis postizas. Uno de los métodos más utilizados en las mujeres para embellecer sus manos son colocarse unas postizas.
Hay aquellas personas que con el pasar del tiempo comenzaron a quedarse calvos y por aquello optaron ponerse pelucas para sentirse y verse mejor.
Todo eso es bueno, levanta la autoestima de aquellos que lo necesiten; sin embargo existe algo que no puede ser postizo (artificial), la fe.
La fe no puede ser algo que tomamos prestado de alguien y la tenemos de una forma postiza (aparente) en nuestras vidas.
Hay personas que toman la fe prestada de la iglesia para ser curadas de alguna enfermedad, para solucionar un problema familiar, para superar una crisis financiera u otros dificultades por las cuales esta pasando.
Pero el verdadero problema sucede cuando la fe es prestada, tarde o temprano la persona que la tomó prestada tendrá que devolverla a su dueño; queriendo o no lo tendrá que hacer, porque la misma (fe) no le pertenece.
No tenga una fe prestada, ni postiza; tenga una fe genuina, que sea suya y que haya nacido de adentro de usted, revelada por el propio Señor Jesús. Pues Él es el Autor y Consumador de la fe.
“Fijemos la mirada en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo que le esperaba sufrió la cruz y menospreció el oprobio, y se sentó a la derecha del trono de Dios. Por lo tanto, consideren a aquel que sufrió tanta contradicción de parte de los pecadores, para que no se cansen ni se desanimen. En la lucha que ustedes libran contra el pecado, todavía no han tenido que resistir hasta derramar su sangre; y ya han olvidado la exhortación que como a hijos se les dirige: «Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, ni te desanimes cuando te reprenda; porque el Señor disciplina al que ama, y azota a todo el que recibe como hijo.» Si ustedes soportan la disciplina, Dios los trata como a hijos. ¿Acaso hay algún hijo a quien su padre no discipline?” (Hebreos 12:2)
Quién tiene la fe que es prestada, no soportará las persecuciones, tribulaciones y pruebas que enfrentará en la vida.
Así que su fe tiene que ser revelada para que usted permanezca firme y fuerte para siempre.