Vistas las cosas por el lado de la realidad cruda y concreta, lo que pasa en la vida cotidiana del pueblo ecuatoriano, es decir, poniéndose en el terreno en el que el hambre crónica es el pan nuestro de cada día, en el que se ven y se sienten los efectos de la desocupación, de las enfermedades, de la desnutrición, la pobreza y la indigencia que están azotando y oprimiendo la existencia del pueblo ecuatoriano.
Todos los jueves actúan intensamente los Ángeles de la noche saliendo por las oscuras calles de la ciudad, con el propósito de llevar un alimento y una palabra de vida a las personas mas necesitadas.
En estas fechas las personas se preocupan en darse regalos mutuamente, pero la Iglesia Universal espera dar mucho mas para los que realmente lo necesitan, que son los moradores de la calle.
Acercándose al parque de la Victoria, la Maternidad y el centro de Guayaquil, los voluntarios atendieron a muchos de ellos escuchando sus historias y dejando una palabra de esperanza.
Ángeles de la noche Ayudar es nuestra misión