Irritación, hipersensibilidad, agresividad, histeria, inquietud, falta de memoria y depresión. Normalmente, cuando pasamos por alguna situación de stress, o por la frustración de no corresponder a lo que nuestra situación nos demanda, nuestro cuerpo actúa indicando que estamos a punto de explotar. Es un alerta urgente del sistema nervioso. Todo nuestro cuerpo fue creado con perfección, con un código de alerta, que cuando es necesario lo accionamos para que no entremos en pánico – dolor, fiebre, miedo…Somos nosotras mismas que arruinamos todo cuando no vivimos de una manera equilibrada.
Todo tiene su tiempo – decía un sabio rey. Y, adelantar o atrasar ese tiempo puede traer consecuencias a lo largo de la vida.
Ahora, observe a su alrededor – bebés que antes apretaban y mordian todo lo que tenían delante de ellos, hoy se quedan hipnotizados delante de una tablet. Fotos de mini blogueras de moda esparcidas por internet, niños que asumen la responsabilidad de la casa porque sus padres se comportan como niños.
Forzar la situación para que los hijos se desenvuelvan antes de tiempo, puede parecer “ventajoso”, “bonito”; pero la realidad es que madurar fuera de tiempo disipa el sabor de la infancia. Es como la fruta – usted la percibe en el momento que la prueba. Ella puede hasta tener una apariencia, tamaño, color de fruta madura pero no tiene cómo engañar al paladar.
Los niños reaccionan de manera diferente a los estímulos que reciben – algunos pueden demostrar que están sobrecargados, otros no sabrán cómo expresarlo y se acabarán cerrando sin que nadie perciba que ya pasaron de la infancia para la edad adulta, sin conocer el sabor de una vida sin preocupaciones – que todos los niños deberían experimentar.
Infelizmente muchos se convertirán en niñeras, consejeras sentimentales, amas de casa, vigilantes nocturnos, sostén de la familia y guardaespaldas incluso antes de llegar a la adolescencia. Eso ciertamente va a influenciar en qué tipo de adulto ellos se convertirán. No invierta los papeles u omita en colocar los límites ya que usted acabará por decepcionar a su hijo.