Muchas personas se encuentran con la vida destruida a causa de un problema o enfermedad que los aflige y no saben a quién recurrir y cómo materializar su milagro. Por eso existe el Manto Consagrado, una tela la cual permite que quien la toca pueda sintetizar su fe y concentrarla al momento de hacer un pedido a Dios y conquistar así SU MILAGRO.
La Biblia nos enseña en Mateo 9:20-22 “Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva. Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora.”; el Milagro sucedió por la fe que esta mujer tenía.
La Fe es creer en lo que nuestros ojos no han visto, es confiar en que Dios nos librará de cualquier mal, si nosotros nos entregamos por completo en Sus manos.
Basados en esta palabra, donde claramente se muestra la fe que la persona tenía, es que en todas las Iglesias Universal del país, se realizará este propósito, con el fin de que las personas usen su fe y crean que el mismo milagro que sucedió con esta mujer, sucederá en su vida.
No importa la enfermedad, el problema, o la situación que esté pasando, si usted tuviere aún que sea un poquito de fe, Dios realizará el milagro en su vida.
Tal vez los médicos ya la han desahuciado, ha gastado todo cuanto tenía y no ha logrado resolver su problema, ha ido a todos los lugares que le han recomendado, pero no ha conseguido el bienestar tan deseado.
Mi hijo estaba al borde de la muerte
Por causa de un descuido en casa, a mi hijo se le derramó una olla con agua hirviendo sobre su cuerpo. Quedé desesperada ya que inmediatamente se quedó hinchado. Me sentía muy culpable por lo que estaba sucediendo. Los médicos dijeron que su recuperación sería larga, que su cabello no crecería nuevamente y él quedaría con cicatrices para siempre, pero yo no acepté ver a mi hijo en esa situación.
En la Iglesia Universal aprendí que lo imposible podría suceder. Confié y toqué en el Manto Consagrado y el milagro sucedió. En 15 días lo dieron de alta y se recuperó sorprendentemente. Mi hijo ya no tiene marcas en el cuerpo. (Sra. Marcia Dos Santos)
Mi salud estaba en estado crítico
Sufría de muchos dolores y enfermedades, tenía descenso de vegiga en estado crítico y como si fuera poco tenía 9 poliquísticos en mis ovarios.
Me hacía ver en varios Hospitales e Institituciones y sólo me daban calmantes, pues la única opción era operarme pero no tenía dinero, lo poco que tenía era para hacerme chequear de los médicos.
Cada vez los dolores eran más intensos, de esta manera llegué a la Iglesia Universal.
Empecé a participar de las reuniones y lo imposible aconteció, usando mi fe y tocando en el Manto, el Señor Jesús me curó, me realicé nuevos exámenes que demostraron que estoy totalmente curada. (Sra. Teresa)
Deje de buscar en otros lugares y venga a participar de nuestras reuniones, que se llevan a cabo todos los viernes, a las 7H, 10H, 12H, 15H y especialmente 19H. En la Av. de Las Américas 305, norte de Guayaquil, en la oportunidad se estará tocando el MANTO CONSAGRADO para que, el mismo milagro que sucedió en el pasado, acontezca en la vida de todos lo que crean.