Existen tantas personas que pasan diariamente en las afueras de los hospitales por causa de un familiar enfermo y hay quienes solo están a la espera de la fatal noticia de la pérdida de su familiar, debido a la gravedad de la enfermedad.
Enfrentando el frío de la noche, el calor del día, los peligros de la delincuencia, los pensamientos de preocupación y la falta de dinero para medicinas, muchas personas ya no saben que hacer debido a las circunstancias.
Es por eso que el GSU (Grupo de Salud Universal) continúa en su ardua labor llevando refrigerios y alimentos preparados, pero principalmente una palabra de fe y oraciones a las personas que se encuentran en las afueras y en las salas de espera de los hospitales.
Muchas personas quedan muy agradecidas y piden oraciones por sus seres queridos, encontrando en esta labor una esperanza y una oportunidad para ver un milagro de Dios en sus vidas.
“Y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz…”
Isaías 58: 10