En estos tiempos, hablar de posesiones por espíritus malignos suena más a películas de terror que a algo existente. Incluso, tachan de ignorantes a quienes creen que esto verdaderamente sucede, ¡les parece algo absurdo!
La Biblia, que es la Palabra de Dios, da claros ejemplos de la actuación de dichos seres. El Nuevo Testamento registra bastantes casos en los que el Señor Jesús liberó a mucha gente de esos males, que eran la causa real de sus problemas.
“Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían” (Marcos 1:32-34).
Que los años hayan pasado no quiere decir que la actividad de tales espíritus terminó, ellos continúan generando toda clase de calamidades, como: adicciones, infidelidad en el matrimonio, violencia, trabas económicas, depresión, deseos suicidas, insomnio, entre otras.
Una gran artimaña del diablo es hacer dudar a la gente sobre su existencia. Pero ¿cómo saber si tus problemas son ocasionados por espíritus malignos? La respuesta es sencilla: cuando persisten e incluso se agravan a pesar de hacer todo lo posible para resolverlos.
Basados en la Palabra de Dios, todos los viernes, realizamos la Sesión de Descarga Espiritual para ayudar, a través de la fe, a quienes han arrastrado situaciones que parecen imposibles de resolver. Participe a las 7H, 10H, 15H y especialmente 19H, en la Av. de Las Américas 305, norte de Guayaquil o en la Iglesia Universal más cercana a su hogar.