La paciencia es una de las cualidades que siempre anhelé, y por ser una persona con cierta impaciencia, pensé mucho que esto sería casi imposible, hasta que en 2015 finalmente aprendí a ser paciente. Bueno, uno necesita aprender … no viene por casualidad.
Comenzó con una cualidad que he descubierto recientemente que también tiene su lado negativo. Siempre he sido una persona a la que le gusta planificar. Planificar el año, mes, semana, día, eventos, reuniones, mi armario, los programas, los viajes, así que … todo tiene que ser planeado. hasta que no pongo algo en el papel, no estoy tranquila.
Y así es como empecé en 2015, como todos los años anteriores, con una planificación de todo lo que quería hacer y lograr. Sin embargo, recientemente, en la revisión de lo que había previsto para 2015 y luego empezar a hacer lo mismo en 2016, me sorprendió – pocas cosas en 2015 salieron como había planeado
Entonces me acordé de este versículo …
“Muchos son los planes en el corazón del hombre, mas el consejo del SEÑOR permanecerá.” (Proverbios 19:21 )
¿Sabes lo que pasa cuando las cosas no salen como planeamos? A veces nos rebelamos, otras nos enfurecemos, y otras aprendemos … y eso es lo último que me pasó, yo aprendí.
Me había quejado y nada – hasta que me decidí a aprender de una vez por todas que no todo va a salir siempre de la manera que yo quiero.
Descubrí que una de las pruebas de mi fe no estaba siendo confirmada. La prueba de que no porque yo quiera algo que voy a tenerlo, no porque yo desee algo que se va a realizar. No porque Dios no quiera lo mejor para mí, sino porque lo que yo creo que es lo mejor para mí, en realidad no es lo mejor. Dios sabe lo que es mejor para nosotros y mientras permanecemos pataleando como un niño en una tienda de juguetes, que lo que queremos es lo mejor, no vamos a tener lo que en realidad es lo mejor, y punto.
Ayer estaba meditando en el primer capítulo de Santiago, que por cierto, es un libro lleno de lecciones ocultas, ideal para meditar. Mira lo que los primeros versículos del primer capítulo revelan:
“Tened por sumo gozo, hermanos míos, el que os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia y que la paciencia tenga su perfecto resultado, para que seáis perfectos y completos, sin que os falte nada”. (Santiago 1: 2-4)
La primera lección es que debemos aprender a regocijarnos en las pruebas. Esto va en contra de todo lo que somos … a nadie le gusta pasar por momentos difíciles. Pero el apóstol Santiago nos enseña a disfrutar de estos momentos porque son buenos para nosotros, prueban nuestra fe. Y necesita ser probada. De nada sirve decir que usted cree en Dios, que tiene fe … si no es probada, tampoco será aprobada. Hay muchas personas que viven una fe desaprobada en este mundo … cuando pasan por momentos difíciles, algunas personas se olvidan de ella, o peor aún, a veces incluso se vuelven en contra de ella …
Ahora piense conmigo,¿cómo se aprueba nuestra fe?
En primer lugar, sabemos que se demuestra en los momentos difíciles, por lo que tenemos que hacer algo en estos tiempos difíciles para que nuestra fe sea aprobada … ¿que es lo que Dios quiere de nosotras cuando las cosas no van bien? Obediencia.
Obedecer a Dios, incluso cuando todo está en contra de nosotros, incluso cuando se lo pedimos y nada ha sucedido todavía, aunque lo que nos rodea no parece estar a nuestro favor – hay que obedecer a Dios ante cualquier circunstancia. Obedecer es confiar, creer y hacer lo que Él nos dice en su Palabra.
Yo obedezco a Dios cuando me ocupo del templo del Espíritu Santo, que es mi cuerpo. Puedo no estar con ánimo, no gustarme hacer deporte, pero no importa, tengo que obedecer. Yo obedezco a Dios cuando me critican, y en lugar de querer defenderme o atacar a alguien, oro por mis enemigos. Yo obedezco a Dios cuando confío en que su voluntad es lo mejor para mi vida, a pesar de que aparentemente no me guste lo que he visto.
Chicas,obedeced a Dios no es fácil, pero es a través de mi obediencia a Él que mi fe es demostrada y aprobada.
Y sólo después de que mi fe es aprobada, es que viene la perseverancia. Interesante, ¿no?
Siempre pensé que tenía que perseverar para que mi fe fuera aprobada, pero la perseverancia sólo viene cuando mi fe es aprobada. Por eso, cuando usted desiste de ciertas cosas o no lucha, no es porque le falta perseverancia necesariamente, sino porque la fe no está siendo aprobada de alguna manera … no estamos obedeciendo a Dios en algún área de nuestra vida.
En 2015, finalmente aprendí esto y así es que fui aprobada, pues conquisté la perseverancia sobre algo que no fue de la forma que yo quería. ¿Y sabes qué es sinónimo de perseverancia? Paciencia
Sólo hay que ver el final del versículo, que maravilloso …
… y que la paciencia tenga su perfecto resultado, para que seáis perfectos y completos, sin que os falte nada.
Es a través de la paciencia (perseverancia) que conquistamos la perfección.
¡Qué revelación!
En la fe.