Este proyecto de la FJU, tiene como objetivo principal, ayudar a los jóvenes que llegan a pensar que la vida no tiene sentido y que nadie quiere o puede ayudarlos.
Los abusos sexuales, el bullying, complejos, la automutilación, son algunos detonantes que llevan a los jóvenes que sufren en silencio al desespero, al vacío y la depresión. A través de este proyecto se busca romper el silencio, concientizando de estas diferentes problemáticas y brindando ayuda sin colocar ningún prejuicio hacia quienes precisan de ella.
Hay aspectos fundamentales que existen en el trabajo realizado a través del Proyecto Help: la confianza, credibilidad y la incentivación. El proyecto busca la elaboración periódica de cartas de motivación y alerta para divulgar en los puentes, postes, calles para impedir que se cometan actos de suicidio y para levantar el ánimo de las personas que las lean, porque muchas veces vemos a una persona a nuestro lado sin saber que dentro de ellas existe un llamado de emergencia.
Si en alguna ocasión te sentiste solo, indiferente, sientes como sino existieras y ya pasaron por tu cabeza varios pensamientos de suicidio, este proyecto te ayudará a encontrar la raíz de estos conflictos para que puedas liberarte de todo y ser realmente feliz.
APARENTABA SER FELIZ, PERO EN MÍ HABÍA TRISTEZA, ODIO Y VICIO.
Yo aparentaba ser una buena muchacha y ser feliz, pero en realidad tenía problemas internos de depresión, odio en mi corazón, no podía dormir por las noches, me despertaba llorando, muchas veces amanecía con moretones en el cuerpo, tenía malas amistades que me conllevaban a lo malo, peleaba en las calles, tenía vicios de pornografía, ingería pastillas y químicos fuertes con el fin de “sentirme bien”, era rebelde, insultaba, le robaba el dinero a mis padres y por causa de eso ellos discutían, intenté quitarme la vida por 3 ocasiones, pues me sentía vacía, incompleta, no creía en mí. Hasta que conocí la FJU y me enseñaron que tenía valor, que había un Dios que podía transformar mi vida, decidí frecuentar los encuentros y de esa manera entregar mi vida a Dios, me bauticé en las aguas, aprendí a perdonar y a dejar de lado todo lo que me hacía mal, recibí el Espíritu Santo y ahora tengo paz, ya no tengo vicios de la pornografía ni necesito de pastillas o químicos para sentirme bien, la depresión y las ganas de morir no existen más, ahora soy feliz, tengo muchas ganas de vivir gracias al Espíritu Santo y a la FJU que creyó en mí.
Lady Sánchez >>