Hay ciertas cosas básicas en la vida de un hombre que la mujer espera que él haga cuando se compromete, como dar seguridad a su pareja, proveer a su familia, ser fiel, trabajador, responsable, son cosas que ella espera de él.
El hombre vale, lo que vale su palabra, hemos escuchado en nuestro día a día la expresión “hombre de palabra” no existe la expresión “mujer de palabra”; hay una creencia, un paradigma de que el hombre tiene que ser de palabra, si él da su palabra es porque cumplirá lo que prometió, pues su palabra es su honra.
Es necesario que él sea confiable y dé a ella lo que toda mujer espera de un hombre.
Los hombres en general, en este tiempo no han sido confiables, menos inspirado confianza o respeto, aunque hay excepciones, por ejemplo: hoy en día cuando usted va a realizar un negocio con alguien, necesita de un contrato legal porque tiene dudas. En la antigüedad la palabra era suficiente para que los comerciantes les fiasen a sus clientes. Antes, la palabra era sinónimo de compromiso, de una excelente reputación, pero con el paso del tiempo esa palabra, esa honra se fue perdiendo y pasó a tener credibilidad sólo a través de una firma. En la actualidad la palabra de un hombre para con otro ya no tiene el mismo valor, de igual manera carece de valor frente a la mujer.
¿Cuántas mujeres creen en la palabra de un hombre? El hombre dice palabras que sabe que va a impresionar como: “yo te amo”, “me voy a casar contigo”… y la mujer, pensando que él va a cumplir realmente lo que prometió, se entrega con la esperanza de casarse, mientras que él anda con una y con otra, y en la mayoría de los casos él se termina yendo, para no casarse con ella, es decir, no asume la palabra de compromiso que dió. Y es así como muchos hombres son asociados con la mentira.
El hombre puede ser bien parecido, tener bastante dinero y tener un carro de lujo, pero lo que más llama la atención en él es la seguridad que da, es eso lo que realmente valoriza una mujer en un hombre.
Cuando una mujer no confía en un hombre, empieza a desacreditarlo.
Muchas mujeres en su matrimonio dejan de respetar a sus esposos, dejan de consultar con ellos alguna decisión, asumiendo así ambos roles en el hogar. Muchas de estas mujeres toman el frente de las cosas y no porque sean mandonas o quieran ser independientes, es porque el hombre no fue digno de confianza, ella confió y fue decepcionada. Es en esta situación que muchos hombres dicen: “mi mujer no me respeta, hace esto, lo otro sin preguntar”, este caso, mayormente se da porque el hombre no transmite confianza a su mujer.