La mujer que posee una identidad virtuosa es firme y constante en hacer el bien, no apenas a los demás sino principalmente a sí misma. Muchas se engañan al creer que son buenas porque ayudan a otras personas, pero no se ayudan a sí mismas. En lugar de guardarse, se involucran con lo que es perjudicial y no hacen los sacrificios necesarios para ser felices y vivir bien.
Debemos aprender con Dios. Él se hace bien a Sí Mismo practicando algunas virtudes…
▪Santidad – Dios es Santo porque vive separado del mal. Nosotras también nos volvemos santas cuando nos apartamos de aquello que es sucio. Cuando vivimos una vida lejos de resentimientos, mentiras, odio, rabia, enemistades, chusmeríos y otras cosas malas; evitamos que el mal penetre en nuestro corazón y guíe nuestras actitudes y elecciones.
▪Pureza – Dios es puro porque vive en medio de cosas puras. Eso quiere decir que nosotras no debemos, apenas, apartarnos del mal; sino que también debemos aproximarnos al bien. Para eso, es necesario pensar en lo que es bueno, basar la vida en la verdad, involucrarse con lo que suma y aceptar influencias positivas.
▪Fuerza – Dios es Fuerte porque Su fuerza es independiente de cualquier circunstancia. También, somos fuertes cuando no nos dejamos llevar por las situaciones y por las emociones. Desarrollamos la fuerza interior cuando actuamos por la fe, por lo que creemos y determinamos.
▪Verdad – Dios es la Verdad porque cumple lo que promete y es Fiel. También, debemos ser verdaderas. Después de todo, nosotras somos nuestra palabra. Por eso, precisamos hablar la verdad y tener siempre buenas intenciones siendo lo que realmente somos en todas las situaciones y lugares.
▪Equilibrio – Dios es Equilibrado porque no vive en ningún extremo. Esa es una cualidad que transmite seguridad y credibilidad porque muestra que usted tiene dominio sobre sí misma y sabe administrar sus tareas, sus reacciones y su vida.
No adelanta ser buena para todo el mundo si usted no es buena para sí misma. Sin embargo, cuando hace el bien para su cuerpo, su alma y su espíritu; el bien que usted practicará para las demás personas tendrá mucha más calidad.
Texto extraído del Godllywood Planner 2017.