Muchas personas se apresuran tomando el lugar de Dios y se involucran con la persona equivocada.
Cuando se espera pacientemente en Dios puede parecer que la bendición sentimental esta tardando en llegar, cuando no se tiene el entendimiento de que Dios está trabajando y moldeando el carácter y los sentimientos de sus hijos, para unirlos en una relación bendecida con la persona correcta y en el momento adecuado.
Conocer la Palabra de Dios facilita la vida en esta etapa. Vivir según Su voluntad, atrae las bendiciones sin medida, generando un crecimiento sin límites a la autoridad y al discernimiento. Es posible ser feliz, independientemente de estar o no enamorado pues, la alegría del cristiano no depende de ninguna circunstancia.
Si un cristiano se enamora de alguien que no pertenece a su misma fe, difícilmente esa relación tendrá un futuro seguro. Antes de que Dios le presente a otra persona, Él tiene cuidado con los requisitos básicos, tales como: el temperamento, la personalidad, su historia de vida, entre otros innumerables factores que sin duda formarán toda una vida juntos.
Si una pareja de enamorados pelea constantemente, pero insiste en el compromiso, debe preguntarse porque en el matrimonio será diferente.