La biblia no fue escrita para que sea un libro guardado en un estante, la biblia es un manual de vida, no es un libro común y corriente, está escrita para que pongamos en práctica las palabras que hay en ella. Es como una receta, si no seguimos las instrucciones todo nos saldrá mal.
Una de las claves que menciona la biblia es el diezmo, la fidelidad a Dios, y esto es tan importante que es mencionado desde las épocas del libro de Génesis y aun en el nuevo testamento fue recalcado muchas veces por el Señor Jesús.
Él Señor Jesus dijo a los fariseos que ellos tenían que ser fieles en el Diezmo pero que también tenían que ser misericordiosos, es decir, no bastaba a ellos ser diezmistas, también tenían que cumplir con la misión que Dios les había dado como líderes del pueblo de Dios.
Fue eso lo que hizo Abraham, aun cuando su sobrino Lot había sido llevado cautivo, Abraham no reclamó a Dios, al contrario se armó de valor y fue a la guerra con apenas 318 que no eran ni soldados, eran siervos y campesinos, pero la fidelidad de Abraham para con Dios en todo, le daba la confianza de que el saldría con la victoria, y fue así.
“A su regreso después de derrotar a Quedorlaomer y a los reyes que estaban con él, salió a su encuentro el rey de Sodoma en el valle de Save, es decir, el valle del Rey. Entonces Melquisedec, rey de Salem, sacó pan y vino; él era sacerdote del Dios Altísimo. Y lo bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador del cielo y de la tierra; y bendito sea el Dios Altísimo que entregó a tus enemigos en tu mano. Y le dio a Abram el diezmo de todo. Y el rey de Sodoma dijo a Abram: Dame las personas y toma para ti los bienes. Y Abram dijo al rey de Sodoma: He jurado al Señor, Dios Altísimo, creador del cielo y de la tierra, que no tomaré ni un hilo ni una correa de zapato, ni ninguna cosa tuya, para que no digas: «Yo enriquecí a Abram». Nada tomaré, excepto lo que los jóvenes han comido y la parte de los hombres que fueron conmigo: Aner, Escol y Mamre. Ellos tomarán su parte”. Génesis 14: 17
Abraham devolvió sus primicias a Dios entregándolo a Melquisedec, el le dio pan y vino, aparentemente no le dio nada valioso pero en realidad Abraham recibió una bendición aún mayor, pues su fidelidad lo convirtió en padre de muchas naciones, fue una bendición mucho más grande que cualquier riqueza de este mundo.
Sin embargo El Rey de Sodoma le presentó una propuesta a Abraham, queriendo engañarlo, pero él rechazó porque sabía que aquel pueblo era maldito, debido a su desobediencia e infidelidad a Dios, tanto así que tiempo después Sodoma fue destruida con fuego. Es del mismo modo que el diablo busca engañar a las personas en los días de hoy, Dios nos bendice a través de nuestra fidelidad pero nunca faltará la propuesta del mal y las críticas que intentan impedir que seamos fieles a Él, pues el mal sabe que si cedemos eso nos perjudicará mucho en nuestra relación con Dios.
Muchas personas dicen “Dios no me ama, Él no me quiere, ni se preocupa por mi”, pero esa no es la manera correcta de pensar, para ver a Dios en nuestras vidas tenemos que tener un pacto con Él.
“¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado”. Malaquías 3: 8-9
La infidelidad a Dios trae consecuencias negativas pero Dios hace una promesa y da una solución para quienes son fieles a ÉL.
“Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice El Señor de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice el Señor de los ejércitos”. Malaquías 3: 10
El motivo de la maldición viene por la infidelidad a Dios en los diezmos, es claro que no hay maldición sin causa y robar a Dios es el gran motivo de la maldición, decimos todos tener el mismo padre, entonces ¿Porque algunos tocan en el Diezmo y no son fieles?, el altar está lleno de lágrimas de muchas personas pero sus vidas no cambian porque fuera de la Iglesia continúan con la misma vida desordenada, olvidándose de Dios. Tenemos que levantar nuestra mano a Dios y decidir dejar las cosas que Le desagradan hasta la muerte.
El mes de Junio será el mes de los diezmistas de Israel, y estaremos dando una gran bendición el Domingo 5 de Junio, el mismo Dios que hizo de Abraham el padre de muchas naciones, dará a su vida una gran victoria.