Para entender mejor la importancia de las primicias es necesario volver al origen de todo: Adán y Eva.
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“Y ordenó el Señor Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comas, ciertamente morirás.” Génesis 2:18
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Adán y Eva no obedecieron ni respetaron el pedido de Dios. Después de haber comido del fruto del Árbol de la Vida, enseguida fueron expulsados de la Presencia Divina.
Aún con el derecho y acceso a todos los árboles del Paraíso, prefirieron desobedecer a la Palabra y sufrieron las consecuencias. Para tener comunión con Dios, no basta apenas creer. Es necesario colocar en práctica la obediencia. De ese modo, cuando una persona pasa a devolver los diezmos, vuelve a la condición del Jardín del Edén. Es la oportunidad de ser cuidados por Dios, de una manera que solo un Padre hace por su hijo. De esa forma, se firma un compromiso con Él, pues todo lo que hay en la tierra proviene de Él.
Confianza en Dios
Después de casarnos nuestra situación económica era complicada, yo perdí el empleo fijo que tenía donde ganaba un salario mínimo y no había perspectiva de crecimiento, mi esposo también estaba sin trabajo. Pero nosotros confiamos en Dios y en nuestra fidelidad a Él, devolviendo las primicias, Dios nos dió ideas para abrir varios emprendimientos y hoy tenemos éxito, porque nunca dejamos de cumplir nuestra alianza con Él.
•• Sra. Amanda y esposo