“No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, os lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para vosotros. Y si me voy y preparo un lugar para vosotros, vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy, allí estéis también vosotros. Y conocéis el camino adonde voy…” Juan 14: 1-4
El Señor Jesús es el novio y su Iglesia la novia, Él está preparando una casa para cada uno de nosotros, y esta, está casi lista para que podamos vivir allí.
Un día todo el sufrimiento de este mundo va a terminar y quienes entregaron su vida al Señor Jesús irán a este lugar maravilloso y especial que el Señor ha preparado.
“Tomás le dijo: Señor, si no sabemos adónde vas, ¿cómo vamos a conocer el camino? Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí”. Juan 14: 5-6
En nuestra vida existen dos caminos que llevan a un solo destino, la muerte; el día en que partamos de este mundo, que no es eterno, lo único eterno es nuestra alma; iremos al lugar que nos llevó el camino que elegimos transitar.
Uno de los caminos es de maldición, pecado, miseria, enfermedades, vicios, rebeldía y desobediencia, o sea el camino del diablo; el otro es un camino de paz, alegría, luchas, victorias, felicidad, salud, vida eterna y salvación; este camino es el Señor Jesús.
Todos en esta vida hemos caminado por el camino de la maldición, pero de nuestra decisión depende mantenernos en ese camino o cambiarnos al camino de la bendición, es decir aceptar al señor Jesús como su Señor y Salvador, cuando esto sucede usted sale del camino de la muerte y empieza a transitar por el camino de la vida, día a día debe luchar por mantenerse en este camino, ya que mientras esté vivo en esta tierra usted tiene la libertad de escoger mantenerse firme por este camino o desviarse de él y regresar al camino de la maldición.
Todos quieren andar por el camino de la bendición, pero para estar en este camino es necesario entregar su vida y sacrificar su querer, Tomás era discípulo de Jesús pero él no sabía que Jesús era el camino, el camino estaba delante de su ojos, pero él estaba ciego; así hay muchas personas, están ciegas y no se dan cuenta que el Señor Jesús es el camino y que la casa que Él está preparando está casi lista.
La vida que el Señor Jesus tiene preparada para usted es mucho mejor que esta, muchas personas dicen que esta vida es corta y por eso hay que correr y aprovechar al máximo, es verdad, la vida es corta, y por eso es que uno debe andar en rectitud y confiar en Dios para que pueda tener una vida eterna con Él.
No cambie la vida eterna por una vida corta y llena de sufrimiento, esta vida va a terminar y uno debe creer, no sea como Tomás que no creía.
“Si me hubierais conocido, también hubierais conocido a mi Padre; desde ahora le conocéis y le habéis visto. Felipe le dijo*: Señor, muéstranos al Padre, y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo he estado con vosotros, y todavía no me conoces, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo dices tú: «Muéstranos al Padre»? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os digo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí es el que hace las obras. Creedme que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí; y si no, creed por las obras mismas. En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores que estas hará, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidáis en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré”. Juan 14: 7-14
Si quiere tener salvación decida salir del camino por el que anda, elija ir por el camino que Jesús tiene preparado para usted.
Él quiere hacer en su vida lo que ya tiene preparado, sólo precisa que usted le diga “yo estoy aquí”.