La pobreza es una dura batalla, no importa la provincia, cantón o ciudad, la situación de escasez es la misma para muchas familias y el cantón Rumiñahui no es la excepción. Ubicada en el Valle de los Chillos en Quito, fue el punto donde la Unisocial llegó para brindar una ayuda física y espiritual a todos los presentes. En este día fueron beneficiadas alrededor de 50 personas, quienes pudieron recibir una vianda de comida y una palabra de fe que dió a entender que el alimento físico que estaba siendo brindado acabaría, pero el alimento espiritual no terminaría nunca, pues cuando dependemos de Dios, Él no deja faltar nada en la vida de aquellos que creen en su poder.
Era una mujer muy deprimida, con mal carácter, estaba endeudada, discutía mucho con mis hijos, no había paz en mi hogar, además estaba enferma, tenía problemas en el útero y debía ser operada. Empecé a luchar en la Iglesia Universal, haciendo todas las cadenas de oración y perseverando, mi vida empezó a cambiar, aprendí a ser fiel a Dios y gracias a esa fidelidad Él ha bendecido todas las áreas de mi vida. Mi vida cambió totalmente, ya no sufro de depresión, Dios me dió las condiciones económicas para pagar mis deudas, ya no hay peleas en mi hogar, mi salud fue restaurada y aún estando en medio de la pandemia, Dios me abrió las puertas para obtener un trabajo. Sobre todo recibí la mayor de todas las bendiciones, el Espíritu Santo en mi vida. Es Su presencia que me ha dado todo, y sé que con Él nada me hará falta. ¡Dios transformó toda mi vida!
··Sra. Neris Cabrera