Los constantes problemas que pasan las personas en su diario vivir son innumerables, pero la insistencia en ayudarlas, y colocarlas ante la presencia de Dios, es obra de los voluntarios de la Unisocial de la Iglesia Universal. Hombres y mujeres que sin mirar obstáculos salen en busca de aquellos que no ven salida a sus dificultades y andan en las calles, a veces, hasta sin rumbo y dirección.
En vista del crecimiento de indigentes, drogadictos, alcohólicos, niños y jóvenes abandonados, emigrantes indocumentados, adultos mayores desatendidos, etc., la ayuda de los voluntarios de los Ángeles de la Noche se multiplicó, porque ahora se tornaron también, en Ángeles de las mañanas.
Éstos salen por el día y la noche, a ciertos puntos estratégicos de las ciudades del Ecuador donde hay una Iglesia Universal implantada, para impartir la Palabra de Dios a todo aquel que quiera un acercamiento con el Señor Jesús, consecuentemente esto va unido a la ayuda humanitaria que es repartida a todos por igual.
Como una muestra tenemos el trabajo que fue realizado por los voluntarios de la Unisocial la semana pasada en las ciudades de Guayaquil y Milagro, simultáneamente fue ¡una completa bendición para todos aquellos que recibieron la ayuda por parte de ellos!
Eran apenas las 7 de la mañana y los voluntarios en Guayaquil ya tenían todo listo, para el desayuno social que habían organizado con anterioridad, para las personas que viven en las planicies o rondan los alrededores del Terminal Terrestre de la ciudad.
En Milagro, en cambio, la acción social tuvo lugar a partir de la 9 de la noche, en uno de los puntos más conocidos de la ciudad, los voluntarios concentraron a las personas que se encontraban durmiendo en los alrededores de: parques, plazas, portones e incluso acera, y se dispusieron a compartir un mensaje de vida, a continuación, les entregaron la merienda que había sido preparada.
Vale destacar, que el trabajo de los voluntarios de la Unisocial consiste en atender a cada persona que está sedienta de ser escuchada, con el deseo de desahogarse y hallar un poco de alivio a lo que le oprime; otras son atendidas con oraciones e imposiciones de manos porque se encuentran quebrantadas en la salud y espíritu, mientras que hay otros que buscan saber cómo salir del mundo oscuro de las drogas en las que están sumergidos, es decir brindarles a quienes menos tienen una nueva oportunidad de vida.