Son muchos los que han llegado a la iglesia buscando la cura, liberación y la prosperidad, pero sin tener ningún interés en seguir y buscar al Señor Jesús. Solo quieren las bendiciones para su propio beneficio. Como también hay personas que no quieren abandonar el pecado y aun así, claman a Dios pidiendo misericordia, pero ¿Cómo la persona pretende que Dios responda a sus oraciones, si no se arrepiente y continúa viviendo según su voluntad? Si alguien anhela un cambio de vida y desea nacer de nuevo, es necesario que se arrepienta de sus malos caminos, abandone el pecado y comience una vida nueva, no solo basta venir a la iglesia y decir que cree en Dios, también es necesaria una actitud de fe que compruebe lo que usted está diciendo, una renuncia total de la propia voluntad.
Amigo lector, sepa que, cuanto más usted imponga su carne a sacrificios, más libre estará su espíritu. Cuando nuestra carne (nuestra propia voluntad) es contrariada, nosotros quedamos más humildes y atentos a la Palabra de Dios. Si usted dice yo creo, pero no tengo fuerzas, entonces pida a Dios en oración para abandonar todo lo que Le impide a Dios actuar en su vida.