“y serán benditas en ti todas familias de la tierra”
De Abraham, surgió una nación separada, por la cual vino el Hijo de Dios al mundo. A través de él, todas las familias de la Tierra serán benditas, lo que quiere decir que todas las familias del Reino de Dios serán benditas.
El Señor no dijo «todas las naciones de la Tierra serán benditas», mas sí todas las «familias de la Tierra». ¿Y por qué Él se refirió a las familias, y no a las naciones? Es simple: el Reino de Dios no es separado por territorios o naciones. No hay fronteras.
La «Tierra» en cuestión se trata del Reino de Dios. Lo que significa que quien es hijo en la fe de Abraham es bendito, tanto como lo fue su padre.
Se considerásemos «todas las familias de la Tierra» de forma literal, tendríamos que admitir que los no-convertidos al Señor Jesús también serían salvos, tanto cuanto los convertidos.
Estas siete promesas, hechas a Abraham, significan la plenitud de las bendiciones de Dios para aquellos que creen de acuerdo con la fe abrahámica. El número siete representa la plenitud de Dios. Por eso hay referencia a los Siete Espíritus de Dios, (Ap. 8:1; 4.5; 5.6).
No significa que el Espíritu Santo esté dividido en siete partes, mas Su plenitud en grandeza. Así también el sentido general de estas siete pro¬mesas representa la grandeza de Dios, dentro del pequeño Abraham y extensiva a todos sus descendientes por la fe.