Las drogas y el alcohol se convirtieron en algo normal en mi vida, pero con el tiempo las adicciones provocaron problemas en mi trabajo, en mi alimentación y hasta tenía dificultades para dormir. Buscaba maneras para abandonar las drogas pero nada funcionaba, me encontraba hundido en los vicios. Me invitaron a la Iglesia Universal y cuando decidí entregar mi vida a Dios todo empezó a cambiar. Seguí perseverando y Dios me curó de los vicios. Hoy tengo paz y una vida transformada.
•• Sr. Rubens
“NO CREÍA QUE ALGUIEN PUDIERA AYUDARME”.
Me envolví con personas vinculadas al narcotráfico y fui amenazada de muerte. Las adicciones y mis malas decisiones afectaron mi salud. Me convertí en una mujer depresiva y empecé a sufrir con visión de bultos, escuchaba voces y no conseguía dormir. No creía que alguien pudiera ayudarme. Un día me invitaron a la Iglesia Universal, fui y desde el primer día vi un cambio en mi vida. Seguí perseverando y hoy estoy curada de los vicios, de la depresión y de todos los males que habían en mi vida.
•• Srta. Greice