Mi nombre es Sasikala, tengo 22 años y vivo en Chennai, al Sur de India.
Antes de llegar a la Universal, sufrí varios problemas espirituales, como deseos de suicidio, depresión, miedo, complejo de inferioridad y mucha bronca. Solía llorar todos los días, sin ningún motivo.
Y todo eso comenzó a afectar a mi familia. Ya no tenía más ganas ni ningún interés por mis estudios, no me sacaba buenas notas y eso decepcionaba a mis padres, pues siempre invirtieron mucho en mi educación.
Cuando todo estaba yendo de mal en peor, mi padre, que era muy hindú, comenzó a llevarme a los templos, a fin de que yo tuviera éxito en mis estudios y para que me liberara de todos esos problemas.
Me acuerdo de que fueron varios los tipos de sacrificios que tuve que hacer a los dioses, así como también ayunos y "poojas" o puyá (ritual religioso hindú para mostrar la fe, el respeto y la dedicación a los dioses). Uno de los más difíciles fue el sacrificio de caminar por el fuego, y lo hice con el objetivo de que todo ese sufrimiento se terminara.
Sin embargo, nada de eso funcionó, al contrario, empecé a ser poseída por espíritus malignos que decían que me liberarían de todo ese mal. Pero comencé a fallar en todas las pruebas que hacía, mi situación empeoraba, me odiaba a mí misma y los pensamientos de suicidio solo aumentaban. Fue cuando pensé: "No soy capaz ni siquiera de vivir".
Decidí que tenía que dejar mis estudios, pues no tenía placer en nada, me aislaba de todos en la escuela y estaba muy triste. Esa depresión aumentaba y empecé a sentirme un fardo para mi familia, a pesar de saber que ellos me amaban.
Fue cuando intenté suicidarme por primera vez tomando veneno, pero parece que la cantidad ingerida solo hizo que me sintiera mal. Al día siguiente, por segunda vez, intenté suicidarme tomando otro tipo de veneno para matar insectos, pero tampoco llegué a morir.
No contenta por el hecho de haber fallado, por tercera vez decidí terminar con mi vida tomando 17 píldoras para dormir, después de algunos minutos comencé a sentirme mal, le avisé a mi madre lo que había hecho y enseguida todo se oscureció. Fui llevada de prisa al hospital, fui medicada, pero tenía la presión muy baja y la pulsación casi deteniéndose.
Llegué a ser llevada a tres hospitales, pues los médicos no querían que yo muriera en sus manos. Después de ser medicada, volví a casa, ya sin esperanzas por parte de mis padres, pues con la reacción de los médicos, mi muerte era lo único seguro.
Fue cuando mi tía, al visitar la Universal en el centro de la ciudad, nos habló de esta iglesia que hacía el trabajo de liberación y pidió que me llevaran hasta allá.
Mi familia, muy hindú en la época, no dudó en llevarme, pues ya estaban cansados de buscar una solución para mí.
Al llegar a la iglesia, estaba muy débil y debilitada. Mi madre le contó toda la situación al pastor que enseguida hizo una oración fuerte sobre mi cabeza, allí todo nos fue revelado, había un espíritu maligno dentro de mí causando todos esos problemas y que quería quitarme la vida.
Mis padres decidieron llevarme a la Universal durante más veces, comencé a participar todos los viernes de las reuniones de liberación, y enseguida vimos que ese problema también les sucedía a otras personas.
Entendí que tenía que luchar por mi liberación y fue justamente eso lo que hice. Al participar de todas las reuniones, los viernes y también los domingos por la mañana, comencé a ver un cambio en mi vida.
Hoy estoy liberada de todo ese mal, me bauticé en las aguas, participé del Ayuno de Daniel, pues entendí la importancia del Espíritu Santo en mi vida, y fui sellada con el Espíritu de Dios.
Vivo bien con mi familia, somos muy felices, ya no sufro con ninguno de esos problemas, estoy terminando mi facultad de ingeniería electrónica este año.
Hoy soy perseguida por parte de algunos compañeros en la facultad, e inclusive por profesores. Mi familia también sufre persecución por el hecho de que nos hayamos convertido, sin embargo no renunciamos a nuestra fe por nada.
Quiero que otras personas conozcan al Verdadero y Único Dios que existe, el SEÑOR JESUCRISTO.