La Iglesia Universal se hizo presente en los sectores: El Valle de los Chillos y Sangolquí, para llevar una palabra de vida a decenas de personas y familias que se encontraban en las calles transitando.
Un alimento físico junto al espiritual tocó en el corazón de ellos y siguiendo los protocolos de bioseguridad se entregaron fundas con víveres no perecibles y refrigerios junto con una palabra de fe.
Además de esto, se aprovechó la oportunidad para orar por ellos lo que trajo una paz física y espiritual a quien la recibió; compartiendo así una semilla de fe y esperanza a quien más lo necesitaba.
Sentía que me perseguían por las noches y no podía dormir debido al miedo
Llegué a la Iglesia Universal siendo una persona temperamental, que perdía los estribos con facilidad; también tenía problemas con el alcohol y acostumbraba a andar con muchas mujeres.
Como si esto fuera poco, además de todos los problemas que tenía, sentía que alguien me perseguía en las noches, lo que me generaba miedos y consecuentemente insomnio.
Mi esposa, quien ya asistía a la Iglesia, me invitó y decidí acompañarla, ese día pude dormir nuevamente, seguí asistiendo y con el pasar de los días fui obteniendo las fuerzas para dejar los vicios y a las otras mujeres, además de que mi carácter fue cambiando.
Me bauticé en las Aguas y luego recibí el bautismo con el Espíritu Santo. Hoy soy un hombre completamente transformado.
•• Sr. Jorge Luis Mosquera .