Me llevaron al hospital de urgencia, el doctor inmediatamente pudo notar que tenía una rara enfermedad llamada el síndrome de cascanueces, esto ocurre cuando hay compresión de la vena renal izquierda entre la arteria mesentérica superior y la aorta, era difícil que la sangre fluyera al riñón.
Procedieron rápidamente a operarme, pero después de la intervención quirúrgica se infectó la herida, complicando todo, mi mamá recibió una invitación para participar del Ayuno de los Casos Imposibles, sin duda empezó a luchar y fue así como todo el personal médico quedó sorprendido al ver mi pronta recuperación, gracias a Dios hoy me encuentro bien y no tengo ninguna secuela de la enfermedad, disfruto de una salud plena.
•• Srta. Thais