Desde el mes de abril del año pasado tenía que cobrar un valor por servicios prestados que daba a una empresa en la ciudad de Quito.
En el mes de mayo me enteré que el pago había sido anulado, nunca emitieron el cheque.
Al ver que el tiempo pasaba y no veía la solución a mi problema, decidí hacer mi parte con Dios.
Empecé a participar en la reunión de los Casos Imposibles y pedir a Dios que juzgue mi causa y le de una solución, traje mis documentos en un sobre manila y empecé mi lucha, sabía que através de la fe Dios me ayudaría.
Por mi fe Dios me respondió, la empresa no sólo me pagó lo que me debía sino que me pagó hasta los intereses por los meses de mora.
Cuando uno deposita su fe en el Dios de los Imposibles, vemos lo imposible volverse POSIBLE.
••• Sr. Fernando Rodríguez