Mi rostro estaba desfigurado a causa de un tumor, los médicos me diagnosticaron un cáncer maligno,que iba creciendo cada día más y más.
Sin una solución a mi problema fui a la Iglesia Universal, participé de la reunión de los Casos Imposibles, recibí la oración de fe y salí con la certeza de que Dios me sanaría.
El tiempo pasó y cada día mi situación iba empeorando, pero nunca dejé de creer, fui internada, estuve 2 meses en estado de coma, pero mi familia y yo seguíamos creyendo que el milagro sucedería.
Hoy estoy curada, el tumor desapareció, Dios hizo que lo imposible se vuelva posible.
- •• Sra. Nancy