Lo que más se observa en la mezcla del café con la leche es que los dos asumen un nuevo sabor y pierden el sabor original.
Lo mismo se da en relación a la vida secular y espiritual.
Al unirse a la prostituta, el hombre forma un solo cuerpo con ella. A partir de allí, los dos son una sola carne. Aunque no la vuelva a ver jamás, aun así, cargará consigo su inmundicia hasta el arrepentimiento y la conversión.
Si él se une a otras prostitutas, su cuerpo continuará acumulando partes de cada una de ellas y viceversa.
¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice,los dos serán una sola carne 1 Corintios 6:16
De la misma forma se da en relación al SEÑOR.
Pero el que se une al Señor un espíritu es con Él. 1 Corintios 6:17
¿Es posible ser un espíritu con el SEÑOR y compartir su cuerpo con otro que no tiene nada que ver con Él?
El Reino de Dios es caracterizado por la justicia, la misericordia y la fe. Mateo 23:23
Significa disciplina.
Cada mujer tenga su propio marido y cada marido tenga su propia mujer. 1 Timoteo 3:12; Tito 1:6
Las relaciones extraconyugales son señal de desorden espiritual.
El desorden espiritual apunta a la separación del Dios Altísimo.
La indisciplina en la vida espiritual deriva en el desorden en la vida secular;
El desorden en la vida secular es señal de desorden en la vida espiritual.
Quien insiste en vivir según los placeres de la carne jamás tendrá el privilegio de ser uno con el SEÑOR.
Es imposible que el profano sea uno con el Santo.
Dios ha sellado a Sus Hijos para separarlos del sórdido desorden de este mundo.
El Valle de la Decisión sirve para definir quién es y quién no es uno con el SEÑOR.