«1 de cada 5 suicidios cometidos en el mundo es motivado por el desempleo. Revela un estudio realizado por la Universidad de Zurich, Suiza.»
DATOS
En el primer trimestre de este año, de enero a marzo, existieron 476.202 personas desempleadas en Ecuador, Quito es la ciudad con mayor índice de desempleo, con el 13,5% 125.416 desempleados seguida por Guayaquil, con el 3,8% (46.741). Hay más mujeres desempleadas que hombres: la tasa se ubicó en 7,2% para las mujeres y 4,8% para los hombres a nivel nacional.
Los datos muestran que el desempleo provoca depresión, la cual impulsa el acto de suicidarse. Por su parte, el neurocientíco Ari Brito explica que “Cuando la persona no tiene una perspectiva, termina entristeciéndose. Con el paso de los días, eso puede volverse crónico”.
De acuerdo con él, esa tristeza crónica es considerada como depresión.
“A partir del momento en el que ella está en depresión porque está desempleada no tiene una visión del futuro. Así, naturalmente, termina pensando en el suicidio”, arma.Evidentemente, estar desempleado es malo. No obstante, muchas personas al no conseguir trabajo, permiten que los pensamientos de derrota invadan su mente.
PANORAMA REAL
En Ecuador tener un empleo estable y con aliación al IESS (Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social), es la excepción de la regla y eso lo muestran las cifras. Dos de cada tres ecuatorianos no lo tienen, la población económicamente activa, es decir, en edad para trabajar está conformada por el 8,3 millones de personas, de ese grupo apenas 2,6 millones tiene un empleo adecuado; el resto, 5,7 millones tiene un empleo que no le representa ni el salario mínimo o simplemente no tiene uno.
>> EXISTE UNA SOLUCIÓN A LOS PROBLEMAS ECONÓMICOS
Me sentía en el fondo del pozo, todo lo que cosechaba era miseria. Hubo un punto en mi vida en que pensé que nunca iba a salir de ese pozo. No lograba avanzar, el dinero no me rendía.
Un día me invitaron a la Iglesia Universal; después de la reunión vi una luz de esperanza, ya que ese mismo día había planeado suicidarme. A partir de entonces, me nació el interés por cambiar la clase de vida que estaba llevando. Hoy estoy libre de los vicios y de todo lo que no me dejaba avanzar, incluso mi familia se volvió una bendición.
Perseverando en la fe aprendí a dar mi vida al 100% en las Manos de Dios. De esa manera logré resultados positivos en mi vida económica, tengo mi propia empresa, cuento con 30 empleados y 20 maquinarias.
En la Iglesia Universal conocí al Dios Vivo que da la dirección correcta a aquellos que Lo buscan.
Dios me ha bendecido con mi propia empresa, dos casas, carros para mi uso personal y para mi trabajo.
>>Sr. Antonio Dominguez