Los problemas familiares son la principal causa de suicidio
En el mundo cada año se suicidan un millón de personas, muertes que superan las producidas por los accidentes de tránsito o los conflictos bélicos.
Las familias por distintas indoles o circunstancias a veces se ven envueltas en rencillas o problemas que no se solucionan con la rapidez necesaria o incluso se agravan según va pasando el tiempo.
Entre los problemas familiares más comunes se pueden encontrar en los hogares disfuncionales, esta consiste en que uno o ambos miembros de los cónyuges, tengan malos hábitos, conductas erróneas o anormales, e incluso que abusen de una u otra forma de sus descendientes.
Estos actos realizados de formas reiteradas se convierten en una costumbre en la unidad familiar y algunos miembros de esta, se pueden acomodar a la situaciones conflictivas y verlas normales y habituales.
Este caso puede darse por distintos motivos, como pueden ser que los adultos sean co-dependientes entre ellos, por las adicciones (alcohol, tabaco, drogas) u ocasionadas por algún tipo de trastorno o enfermedad mental no tratada.
Cuando una persona habla de la muerte es un aviso que hay que tomar en cuenta, y que en dicho caso la familia debe acudir en busca del especialista por ayuda.
Hay que estar pendiente y observando cuando haya síntomas o indicadores de posibles suicidas. Preocuparnos de lo que nos sucede y le sucede a nuestros hijos.
Esto los hace cometer atentados contra sí mismos, pero además, el uso y abuso de sustancias como el alcohol y las drogas, así como la pérdida de valores colocan a las personas más vulnerables, en un callejón sin salida.
Actualmente los hogares se han convertido solo en casas, en donde no se conversa ni se comparte con la familia, por lo que se hace más difícil la identificación de situaciones de riesgo, como la depresión, el estrés, o el maltrato psicológico.