Ya escuchaste hablar exclusivamente sobre ella: le cantan, se arrodillan, la cargan… y de una cierta forma, eso provocó un desgaste de imagen.
Mientras escribía, me quedé aquí pensando si realmente la gente logra ver la mujer por detrás de la imagen que le dieron. ¿Por qué Dios escogió a María? ¿Qué tenía de especial, diferente e irresistible? Vamos a descubrirlo…
Después de un período largo de silencio, Él envía al ángel Gabriel a una pequeña ciudad y cambia toda la rutina de una adolescente que se preparaba para realizar el sueño de toda mujer – casarse. Si analizas la situación, percibes que José estaba muy cerca de hacerla su esposa, tanto que el ángel trata de avisarle rápidamente. Y aquí los planes cambian…
María: ¿cómo definir a la madre del Rey de Reyes, responsable por gestar, proteger, alimentar, educar, reprender, incentivar, cuidar… en fin, todo lo que una madre hace, pero haciéndolo por el Salvador, el Mesías, el Hijo de Dios?
El diálogo con Gabriel dice mucho, pero lo que resume todo es sólo una palabra – ¡agradable! Dios encontró entre toda la creación a una chica que con sus pocos más de 13 años “nada creída” (humilde), no se preocupó en perder a su novio y su matrimonio (no fue egoísta), su única pregunta revela que ella sólo quería saber “cómo” sucedería (fe inteligente) y después de que el ángel aclaró esa inquietud, ella se colocó enteramente a disposición (obediencia). Ella creyó que la palabra se cumpliría en sí misma. Sin dudas, sin miedo, sin inseguridad, ni bla, bla, bla, o preocupación por lo que los demás pensarían, ¿y José? Tampoco le importaba si sería el comentario del año. No: ella conocía su valor.
En la próxima edición continuaremos hablando de esta mujer extraordinario.