Sí, las madres también son humanas. Y, aunque la mayoría de nosotras tenga complejo de súper heroína, a veces nos cansamos y lo que es peor; nos frustramos.
Hay días que parece que todo lo que usted enseñó, se dedicó, se esmeró en repetir repetidamente (no hay error de escritura no, es solo para reforzar la idea de “disco rayado”), va por el desagüe.
Comprenda: siempre esperamos, aunque de manera inconsciente, que nuestros hijos respondan al esfuerzo que les destinamos a ellos -las noches mal dormidas, el tiempo dedicado, lo que renunciamos para que ellos conquistasen- no precisamos de una medalla de honra o que ellos anden con una remera que diga “yo amo a mi mamá”, no precisamos nada de eso. Solamente necesitamos que ellos demuestren con su carácter, con su actitud que valió la pena todo lo que hicimos.
Y quién sabe, si en esos días de ceniza en los que usted piensa que todo fue en vano, comienza a nacer dentro suyo un sentimiento amargo llamado “autopiedad”. Sí, al principio ese sentimiento, la anestesia; pues usted quita sus ojos de lo que la ofendió y comienza a mirar para toda su inmensa dedicación. Yo creo que fue así que nacieron las famosas frases: “Ser madre es padecer en el paraíso” o “Ser madre es caminar llorando en una sonrisa”. Y lo peor es cuando creemos que aquel chantaje sentimental en el que les echamos en la cara, aunque de manera disfrazada, todo lo que padecemos por ellos; hará con que nuestros hijos, de repente, se transformen en exploradores ejemplares llenos de medallas de buen comportamiento. ¡Error grave!
Siempre que usted abra la puerta de la habitación de ellos y no consiga ver dónde está la cama (oculta por una montaña de ropa desparramada por todos lados) o que la nueva moda sea avergonzarse cuando usted le da un beso en público, cuando parezca que un inmenso muro surgió entre ustedes y ya ni reconozca quién es esa persona que vive en su casa; aunque las actitudes demuestren lo contrario, no dude: ese es su hijo y nada ni nadie jamás podrá cambiar eso.
Reunión para padres e hijos todos los domingos a las 18 hs en el Templo de Salomón o por univervideo.com