Con mucha curiosidad las personas se acercan a los stands, toman los productos, los prueban y preguntan con qué componentes están elaborados, ya que lo que más les interesa es conocer cuán naturales son antes de comprarlos.
“Me interesa ver la producción nacional, en especial lo ligado a la parte cosmética, jabones y faciales; es interesante venir y conocer qué se produce aquí y qué puedo consumir para mi bienestar”, dice Pamela Castillo mientras acomoda los productos comprados en Fioré.
Ella fue parte de los 4.500 visitantes que asistieron a la tercera edición de la Feria Zanahoria, que se realizó la semana pasada en el centro comercial Plaza Lagos.
Gabriela Zea, María Fernanda Salame y Alexa Altgelt fueron las organizadoras. “Es una wellness expo, una feria especializada en salud y bienestar tanto del cuerpo como de la mente y el alma, en la que no solo se pueden encontrar productos sino también servicios dirigidos a llevar una vida saludable”, comenta Gabriela.
La primera edición de esta feria se realizó en noviembre del 2015 con la participación de 40 expositores y unos 1.000 asistentes.
Según Gabriela, en esta última edición participaron 50 expositores y el número de visitantes aumentó en 1.000 haciendo referencia a la cifra de asistentes de la edición del año pasado que fue de 3.000. “En cuanto a la participación de expositores no es mucho el incremento, porque el espacio no me permite ampliarme tanto, más se nota en la acogida de la gente”, asegura. La feria cuenta con cinco categorías: alimentos, productos de belleza, holística, deporte y salud, siendo la primera y la segunda las de mayor participación, según afirma Gabriela.
Es así como Fioré, el stand del área de belleza en el que Pamela, una asistente, estuvo por varios minutos, fue uno de los que más captaron el interés de quienes llegaban.
Frotando un poco de manteca de karité en las manos de una visitante, René Loyola, el propietario, le explica que este elemento, según estudios, es el segundo regenerador de piel más efectivo del mundo, luego de las células madre.
“Estamos poniendo a disposición en Ecuador un producto que solo se cultiva en Sudáfrica, yo doy fe de sus beneficios porque tenía manchas rojas en el rostro y luego de tres meses de usarlo se borraron”, asegura René.
A más de utilizar este elemento en la elaboración de todos sus productos, lo ofrece de forma pura. También tiene cremas hidratantes, aceites para masajes, jabones para afeitar con brocha para hombres, balsámicos para labios, entre otros.
René cuenta que todo comenzó hace cuatro años, cuando él y su familia atravesaban una situación económica difícil y decidieron apostar por la habilidad de su esposa en crear compuestos naturales.
Hace tres semanas recibieron los registros sanitarios, por lo que su producto podrá ser encontrado en diferentes cadenas de distribución como Fybeca y Supermaxi.
Aunque la mayoría de estos emprendimientos comenzaron con ventas a través de las redes sociales, es muy común encontrarlos en tiendas especializadas en productos orgánicos como La Molienda, en Urdesa central; BioMarket, en el centro comercial Las Terrazas; Organic Planet, en la avenida Primera de Entre Ríos, entre otros; sin dejar de lado los pedidos directos a través de Facebook o Instagram.
Satisfacer alguna necesidad personal es uno de los principales detonantes que originan estos negocios o que llevan a las personas a interesarse por estos productos.
Tal es el caso de Organi Baby, un negocio que dos diseñadoras de moda, María Paula Aguilar y Verónica Guzmán, iniciaron en diciembre del año pasado con la intención de vestir a sus bebés con prendas libres de químicos.
Ellas confeccionan ropa para bebés recién nacidos hasta niños de 5 años de algodón 100% orgánico, con diseños en serigrafía, con tintas ecológicas a base de agua.
Asimismo fue el caso de Catalina Vallejo, quien buscando una solución para sus problemas digestivos y de estreñimiento crónico se vinculó con la comida saludable, lo que la llevó a conocer los fermentados, que la ayudaban con lo que padecía.
Hace un año ella comenzó con The Greenest Me, un negocio que ofrece vegetales y lácteos fermentados, que han pasado por un proceso de conservación con sal rosada del Himalaya y que están potenciados con muchos probióticos, prebióticos y encimas digestivas.
“Comencé por mí, como vi que sí me funcionaba, lo regué con mi familia … no pensé que iba a abrir una oficina, que iba a tener tanta demanda, no me lo imaginaba, pero la verdad es que la necesidad de buscar alternativas saludables es grande”, asegura.
Asimismo, sin imaginar que la creación de un repelente orgánico para mosquitos se convertiría en el primer producto de su negocio, Karina Ojeda lo elaboró, luego de que presentara una reacción alérgica al tradicional.
De esta forma ella junto con su hermana y su madre comenzaron con Natural Blends, en el que ofrecen cosméticos amigables para las personas y el medioambiente, a base de argán, karité, aceites esenciales, café, azúcar y en especial manteca de cacao. El negocio ya tiene dos años.
Para Katherine Coronado, quien asistió a la feria, cambiar su estilo de vida fue la solución para curar su acné. Ella cuenta que cansada de probar los tratamientos de medicina tradicional apostó primero por cambiar su alimentación y luego por utilizar uno que otro producto cosmético natural.
Otro de los stands que atrajeron muchos asistentes fue el de Organic Planet, con sus tortas libres de gluten, lácteos y azúcar procesada.
Sandra Cueva, la propietaria, comenzó con este negocio el año pasado, como una alternativa de trabajo para su hijo con discapacidad y quien además, al igual que ella, es intolerante a algunos alimentos.
“Como que la gente está haciendo conciencia de que la salud es lo más importante, además también ha aumentado el número de interesados en una alimentación así, debido al incremento de personas con intolerancias a ciertos alimentos, lo que los ha llevado a cambiar su régimen alimenticio y a buscar lo sano”, afirma Sandra.
Aunque el incremento en el número de personas interesadas en lo orgánico se evidencia no solo por lo que afirman estos emprendedores sino por la cantidad de personas que asisten a eventos así y las múltiples ediciones de esta feria, que tiene previsto realizar una nueva edición en noviembre, para algunas personas como Marcela Vélez aún falta mayor variedad.
“A veces uno ya está saturado de comer lo mismo y lo mismo y necesita algún producto nuevo en el mercado, eso me llevó a crear un producto que venga de nuestra propia agricultura, que nos lleve a nutrirnos mejor y que sea novedoso”, comenta.
Ella comenzó con Allpa Viva en diciembre del año pasado. Su propuesta principalmente consiste en vender la harina de chocho como un superalimento del cual se obtiene el 54% de proteína natural orgánica vegetal. También ofrece harina de moringa.
Además estuvieron presentes en la feria My Bottle Ecuador, con sus jarros en vidrio, plástico y metal con diseños personalizados; El Ferroviario, con chocolate artesanal con panela orgánica; Galatea, con su yogur deshidratado; Cofina con su línea de semielaborados y cosmética a base de cacao 100% orgánico, entre otros.
A más de los stands, la feria se complementó con charlas gratuitas impartidas por diferentes expertos en salud que trataron temas como buena alimentación, formas de relajación, dietas saludables, enfermedades vinculadas con la comida, intolerancias alimenticias, charlas motivacionales, entre otros. (I)
Me interesan los alimentos orgánicos porque sé que están libres de químicos, además se siente una diferencia al comerlos, son más sabrosos, yo los prefiero cuando compro la comida”.
Mayra Palomeque,Visitante
Cada vez la gente está teniendo más conciencia de que puede mejorar mucho su salud solo llevando una alimentación más saludable, a eso se debe el incremento en la demanda”.
Ma. Elaine Hidrovo,Emprendedora