Cuando llegaba a casa, me insultaba y golpeaba sin importarle que estuviera embarazada.
Todo este sufrimiento llegó a su fin cuando junto a mi esposo, conocimos la Iglesia Universal. Paulatinamente empecé a ver cambios positivos en él lo que me motivó a seguir participando y poniendo en práctica todo lo aprendido;
logré perdonar a mi esposo y a todos aquellos que un día me hicieron mal.
Perseverando en la fe, fue como entendí que sólo Dios podía restaurar mi vida y mi matrimonio.
Luego escuché hablar sobre el Espíritu Santo, al buscarlo y recibirlo, encontré la felicidad en mi interior y en la relación con mi pareja.
Así como la vida sentimental de la señora Hellen cambió, así tembién la suya puede cambiar. Participe con nosotros todos los jueves en La Terapia del Amor en la Av. de las Américas 305 o en la Universal más cercana. A las 7Hs, 10Hs, 15Hs y 19Hs