SOBRE LA BRONQUIOLITIS
Según el Hospital Israelita Albert Einstein, la bronquiolitis tiene una causa viral, desencadenada por el virus respiratorio sincitial (VSR), que ataca, sobretodo a niños hasta los 2 años de edad; al principio, parece un resfriado, con obstrucción nasal y tos. Se estima que entre el tercer y quinto día, si el sistema inmunológico no es lo suficientemente eficiente para eliminar el virus de las vías respiratorias, el pulmón se verá afectado. Por lo tanto, los bebés pueden tener dificultad para respirar y alimentarse.
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A mediados de julio, Helena presentó un cuadro que parecía resfriado, acompañado de secreción nasal y falta de apetito. Cuando la llevaron al hospital, la recomendación médica fue un lavado nasal. Sin embargo, los síntomas persistieron. “Tenía fiebre y la llevamos a emergencias. Fue entonces cuando le diagnosticaron neumonía y el médico pidió hospitalización”, recuerda Gleidi.
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Un nuevo diagnóstico: tenía bronquiolitis, una inflamación que afecta los bronquiolos (ramas de los bronquios que llevan el aire a los pulmones).
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La situación empeoró. “Tuvo muchas dificultades para amamantar. La pediatra al verla pidió que la trasladen a una habitación con más equipos médicos. Al llegar allí, fue intubada”.
Gleidi cuenta que Helena tenía una fuerte bronquiolitis. Helena fue colocada dentro de una cámara de oxígeno infantil durante diez días, “prácticamente en coma”, señala Gleidi.
“Aquello dolía mucho y veíamos que sólo un milagro resolvería su caso”.
FE A ESPERA
“Hicimos lo que pudimos con la fuerza de nuestros brazos y los médicos, con toda su capacidad también. Así que le pedí a mi esposo que se quedara con ella mientras yo asistía a las reuniones y participaba de las cadenas”, cuenta. Helena mejoró gradualmente, hasta que los médicos decidieron retirar el tubo para comprobar si podía amamantarse con más facilidad. Ella lo consiguió . “Nos quedamos en el hospital dos días más y luego le dieron de alta. La fe, es algo que debemos tener y que no podemos perder. Hoy, Helena está maravillosamente bien, para la gloria de Dios”. señala.