La Iglesia Universal está viviendo la campaña de fe más importante: la Hoguera Santa. La propuesta es que todos los que creen tengan una transformación de vida, en todos los aspectos. Un milagro de estos solo puede ser realizado por las manos de Dios, sin embargo, esto requiere algunas condiciones.
“Nuestra obediencia a la Palabra de Dios nos representa delante de Él, es a través de ella que pasamos a ver el poder de Dios actuando en nuestras vidas, beneficiándonos en cada área, familia, salud, vida sentimental, y principalmente en el sentido espiritual, pues somo inundados de una paz y alegría nunca antes experimentada, algo que va más allá del entendimiento humano, la verdadera felicidad”, indicó el Obispo Ronaldo Santos, a los presentes durante la reunión ocasionada en la mañana del domingo 2 de diciembre, en el Templo de la fe (Guayaquil).
Un hombre que vivió en la práctica esa experiencia de la fe, fue el Sr. Silverio. Tenía su vida totalmente destruida, sin salud, sin paz y con un hogar destruido.
Mi vida estaba en el fondo del pozo
Un día encontré un maleficio en mi casa, después de eso, no conseguía dormir, no conseguía ni trabajar, iba a los médicos, pero ellos después de realizarme varios exámenes no me encontraban nada y eso me generaba tristeza.
Por otro lado le era infiel a mi esposa lo que provocaba fuertes problemas entre nosotros.
Por las noches la dejaba durmiendo y me iba en búsqueda de amantes, no le daba la atención debida a mi familia, maltrataba verbalmente a mis hijos y no había paz en el hogar.
Debido a que mi estado de salud se iba deteriorando visitamos muchos brujos, ellos dijeron que había un “entierro” en mi casa, eso me dejaba preocupado porque no sabía como combatir un mal, que no podía ver ni tocar.
Económicamente estábamos mal, a veces no teníamos ni para comer, peor para las necesidades básicas, vivíamos en una casa de caña, el piso de tierra y cuando llovía todo se mojaba adentro.
No sabía qué hacer. Pasábamos vergüenza.
Mi cuñada invitó a mi esposa a la Iglesia Universal, ella fue, el pastor la orientó, luego me llevó y desde el primer día salí de la reunión diferente, empecé a dormir bien, fui liberado al igual que mi familia de todos los males que nos atormentaban. Cuando llegó la Hoguera Santa entendí que era mi oportunidad para alcanzar una vida plena.
Entregué mi vida por entero a Dios, renuncié a las amantes, a mi forma de ser y Dios comenzó a transformar todo, conquistamos una empresa, carro, casa, familia restaurada, pero lo más importante de todo, fue recibir el Espíritu Santo, fue así que mi esposa y yo pasamos a tener paz, alegría, equilibrio emocional, Él nos dio todo.
Participe todos los domingos de la Concentración de Fe y Milagros, a las 9H, en la Av. de Las Américas 305, Norte de Guayaquil o en la Iglesia Universal más cercana a su hogar y reciba la misma oportunidad que tuvieron el Sr. Silverio y su esposa, para poder cambiar el rumbo de sus vidas.