Tenía muchos problemas en casa con mis padres, discusiones e infidelidades.
Buscando paz decidí irme con mi novio, comencé a tener problemas con él porque comenzó a beber casi todos los días, eso me llevó a la depresión, decidí ir a los brujos, me hacían baños de suerte, limpias y a raíz de eso todo empeoró, me volví temperamental, sentía como si alguien me acechaba todo el tiempo, bajé de peso “me estaba secando”, por las noches sudaba frío, los nervios se me alteraban y no conseguía dormir aún tomando analgésicos. La agresividad llegó al punto en que no conseguía respetar a nadie.
La relación con mi esposo era fría, llegaba del trabajo y salía a jugar con los amigos, los priorizaba dejando de lado la familia, además nos maltrataba verbalmente.
No tenía contratos, estaba endeudada, mis padres y hermanos me ayudaban con la comida y la ropa.
Después comencé a tener pensamiento de mutilarme, esto me alteraba los nervios y pasaba a llorar todo el tiempo.
Sufría con anemia y por más tratamientos que hacía no había mejoría.
Así llegué a la Iglesia Universal, vi un programa de televisión y decidí tocar esa última puerta. El primer día salí de la reunión renovada, poco a poco en las reuniones fui entendiendo, que todo lo que queremos alcanzar amerita de un sacrificio, puse en práctica mi fe y Dios comenzó a transformarlo todo, empecé perdonando a aquellos que me habían herido, luego me bauticé en las aguas, fui liberada de ese fuerte temperamento que tenía, comencé a tener una paz que nunca antes había experimentado, fui bautizada con el Espíritu Santo, Él me dio certeza de mi salvación, alegría, dominio propio, mi familia fue transformada. Conquisté mi negocio propio y gracias a Dios no nos hace falta nada.
¿Ya pensó en qué realmente sería lo más importante en su vida?¿Qué a priorizado?
En un mundo lleno de quehaceres y compromisos, la mayoría de las personas acaban por, simplemente, vivir el momento, sin parar por un instante para pensar ¿a dónde quiero llegar, cuál sería la meta a ser alcanzada, que estoy haciendo para lograrlo, qué sería lo más importante en mi vida, qué estoy priorizando o qué traería a mi ser la verdadera felicidad?
Hoy en día muchos han priorizado una infinidad de cosas, cuando lo más importante ha quedado de lado o porque no decirlo, olvidado, por esta sencilla razón alcanzando o no los objetivos, muchos no consiguen sentirse felices y realizados.
Participe cada domingo en la Concentración de Fe y Milagros. Además reciba un mensaje que fortalecerá su espíritu. Participe a las 9H, en la Av. de Las Américas 305, Norte de Guayaquil o en la Iglesia Universal más cercana a su hogar y reciba la misma oportunidad que tienen miles de personas, para poder cambiar el rumbo de sus vidas.