Los especialistas en comunicación, afirman que más del 90% de la comunicación es no verbal. Nuestras palabras aportan menos del 10% a nuestra interacción con la otra persona.
Si dice: “Voy a cambiar”, pero su comportamiento muestra que ya lo prometió cien veces y nunca lo cumplió, sus palabras no tendrán ninguna credibilidad.
Es muy común, durante la conversación, que el marido cruce los brazos y diga: Muy bien puedes hablar.
En realidad está diciendo: Yo preferiría estar en cualquier otro lugar y no tener esta conversación, para que después no puedas culparme por oirte
Todo eso puede decirse si se abre la boca. No quiera tener un buen resultado en una conversación, en la que mantiene una postura cerrada y defensiva, un tono de voz sarcástico y un suspiro audible. Mantenga siempre en mente que su pareja no es el enemigo y que su objetivo es terminar la conversación bien.
Estar abierto al diálogo es imprescindible para que eso suceda. Procure comunicarse con su cónyuge de forma cariñosa, placentera y pacífica. Lo que quieren es una buena relación, ¿no es así? Desee eso con todas sus fuerzas y con todo su cuerpo literalmente.
El trauma de la infancia, me convirtió en una persona infeliz
“Después de haber sido abusada sexualmente, cuando era niña, dentro de mi fui guardando resentimientos y odio. Me convertí en una persona triste, ansiosa y miedosa. No creía en el amor y cada vez que conocía a una persona, mi carácter me hacia terminar con ella, porque era muy arrogante y orgullosa. Cuando conocí la Iglesia Universal, comencé a recibir la dirección de Dios y participé en la Terapia del Amor, donde pude sanar mis heridas por completo, mi forma de ser cambió. Dejé de ser una persona ansiosa y coloqué mi vida sentimental en las manos de Dios, pues sé que sólo así podía ser feliz ”. Silvana A.
Usted puede ser feliz en el amor y nosotros podemos ayudarte, paticipe todos los jueves a las 7H, 10H, 15H Y 19H, en la Av. de Las Américas 305 – Norte de Guayaquil.