Desde la adolescencia, guiada por mis amigos me sumergí en estas, drogas y mucha diversión.
En casa era rebelde con mis padres y eso se repetía en el salón de clases. Mis padres fueron llamados por los profesores porque usaba drogas en el colegio.
Ellos vivían con miedo, esperando siempre malas noticias sobre mi, con el pasar del tiempo fui envolviéndome más y más en estas, bares y relaciones nocivas.
Traté de llenar el vacío que había en mi interior con drogas y relaciones fallidas, hasta que descubrió cómo tener una vida plena.
Dentro de mí había un gran vacío, fue así que llegué a la Iglesia Universal, allí fui libre de los vicios, el vacío que había en mi interior fue llenado con la presencia de Dios.