Una larga caminata dificultosa por el estado de las calles del populoso barrio de la Flor de Bastión no impidieron que los voluntarios de la Obra Social de la Universal llegarán para brindar auxilio.
La Obra Social de la Universal comprometida con los más necesitados no mide sacrificio para llegar a ellos, tal como fue el caso de la señora Gloria Justina Lindao, de 83 años, vive en una casa de caña con una de sus hijas, sufre de artrosis. Ella nos cuenta que antes no le faltaba nada, tenía talleres de costura, pero desde el momento que perdió a sus hijos, todo se fue a pique. Hoy ella se mantiene con el bono solidario, pero no le alcanza para suplir todas sus necesidades.
“Las donaciones que fueron entregadas fueron proporcionadas por los miembros de la Universal y otros patrocinadores de la obra Social”, recalcó el pastor Joao.
En la Flor de Bastión al norte de la urbe porteña y en el Cristo del Consuelo al suroeste también llegó la ayuda social
La Obra Social es formado por equipo de voluntarios que se dirigen semana a semana tras aquellos que necesitan de ayuda, sea espiritual o de cualquier tipo.
Semanalmente son entregadas centenas de fundas con alimentos no perecibles, las mismas que contienen en su interior: aceite, arroz, lenteja, banano, mantequilla, frejoles, avena entre algunos productos, para que los beneficiados puedan sustentar una necesidad basica en el hogar.
Todas las semanas usted podrá ver en este ejemplar del periódico Universal las visitas que los colaboradores de la obra social realizan, siempre llevando vida y un mensaje de esperanza para los afligidos.